Según el informe de CIAM, el Motxo embarrancó el 4 de noviembre de 2010 en la rasa mareal de Deba, en Gipuzkoa, por un error humano del patrón del barco, "única persona que se encontraba en el puente y que llevaba once horas de guardia".
El grupo de expertos considera que la "gravedad" de las conclusiones de la Comisión de Investigación, "extrapolables a siniestros marítimos pretéritos y futuros", obliga a intervenir "de oficio" a los partidos políticos para "poner freno a tanta laxitud y ralentización de convenios y protocolos internacionales que podrían producir nuevas muertes, desapariciones y episodios contaminantes en la mar".
Según ha explicado, la Organización Marítima Internacional, recomienda a sus Estados Miembros, la verificación del grado de familiarización de los usuarios del Sistema Mundial de Socorro. Sin embargo, ha señalado que, en este caso, la "mala praxis" de los métodos del citado sistema "ha quedado en una evidencia que raya la negligencia".
Por ello, estima que la formación marítima, exigida en el Convenio Internacional de Formación, Titulación y Guardias para Gente de Mar, que permite minimizar o ralentizar los salvamentos, "debería ser investigada en profundidad y exigir las preceptivas Normas de Calidad y Auditorias".
Asimismo, ha mostrado su "disconformidad y temor" ante la gestión de futuros siniestros marítimos, ya sean como consecuencia de naufragios o episodios contaminantes.