Los dos agentes han sido condenados por un delito de cohecho y otro de detención ilegal; pagarán multas de 8.400 euros y tendrán veinte años de inhabilitación. Asimismo, todos los participantes de esta operación tendrán que indemnizar a la mujer con 60.000 euros, que tuvo que pasar 40 días en la cárcel teniendo dos hijos pequeños a su cargo, una estancia que le provocó síndrome de estrés postraumático, tal y como recoge 'La Ser'.
Todo ocurrió en abril de 2014, en el barrio de Moratalaz por una venganza por un exnovio. Según él, ella le había robado en su domicilio y, por ello, a través de un conocido que decía ser un confidente de la Policía Nacional, pagó a dos agentes para que la detuviesen. La figura que actuó como enlace también ha sido condenado a cinco años de prisión.
Los dos policías aceptaron el encargo y detuvieron a la mujer en cuestión a la salida de un bar. La acusaron de tener drogas en el coche y de defenderse de los agentes con una pistola defectuosa que no llegó a disparar.
Todo estaba montado. Las drogas las colocaron los agentes en su coche, los perros de la policía no 'marcaron' el coche en cuestión y la pistola no fue trasladada a la Policía Científica. Estas 'pruebas falsas' provocaron que la mujer fuera internada en prisión provisional en la cárcel de Alcalá de Henares. No obstante, el equipo de Asuntos Internos de la Policía empezó a investigar y descubrió que todo había sido un montaje por encargo.
Las autoridades judiciales creyeron a la mujer, que contaba con el respaldo de las personas que se encontraban con ella cuando se produjo la detención. Estas negaron que la mujer contara con una pistola o que llevara drogas en el coche."Se crearon falsas pruebas, no hubo armas, no existió ninguna bolsa de droga, sino que fue una detención intencionadamente buscada, sin ninguna causa legal, cuyo móvil fue el dinero, y todo ello en el contexto de una venganza del ex novio de la víctima", han declarado los magistrados.
La sentencia ya ha sido recurrida ante el Tribunal Supremo por tres de los condenados. Estos esperan en libertad a que la sentencia en cuestión se haga definitiva.
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