La huida del preso del hospital madrileño Gregorio Marañón tuvo lugar alrededor de la 1 horas del pasado miércoles en una habitación de la cuarta planta de este hospital, en la que se encontraba por una intervención quirúrgica.
El hombre tenía custodia policial en la puerta y había una orden de hospitalización, al parecer, por una enfermedad contagiosa.
El fugado ideó un plan para huir consistente en entrelazar varias sábanas del hospital y mojarlas para que cogieron peso y no se rompieran cuando descendiera por ellas, como así sucedió. La Policía busca ahora al arrestado fugado, un portugués de 50 años.
En un primer momento se había barajado que este hombre pudiera ser un preso. No obstante, desde Instituciones Penitenciarias han aclarado que, tras las pertinentes comprobaciones, que no se trata de un reo ni hay ningún recluso fugado.