Los resultados confirman que el tabaquismo tiene "un profundo arraigo cultural en las prisiones españolas", según el estudio, que recomienda intervenir "de manera efectiva" en las cárceles contra este hábito que es "la primera causa de muerte prevenible en España".
El trabajo fue realizado en el Centro Penitenciario de Madrid VI (Aranjuez) preguntando si fumaban a todos los internos que se encontraban ese día a la hora del cierre de las celdas, es decir, a 1.587 reclusos de los 1.752 del centro. De ellos, 1.162 (73,2%) declaró fumar, porcentaje que osciló entre el 86,7% que se declaró fumador en el módulo de preventivos y el 49,6% del módulo de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).
Todos los encuestados eran varones de entre 18 y 66 años y su porcentaje de fumadores contrasta con la prevalencia de entre el 25 y el 40% de fumadores que señalan las encuestas entre la población general.
Los autores del estudio destacan que el problema del tabaquismo es "muy trascendente en la comunidad y doblemente prevalente en prisión", por lo que consideran necesario "intervenir de manera efectiva en la población penitenciaria para disminuir su prevalencia y sus efectos negativos". IUL