Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León han indicado hoy a Efe que la Guardia Civil elaboró un informe para detectar el grado de riesgo que este hombre ofrecía hacia su víctima después de que fuera denunciado por su esposa el pasado agosto y de estar condicionado, desde entonces, a una orden de alejamiento de su mujer y sus dos hijas dictada por un juzgado de la provincia.
Esa orden fue dictada el pasado 24 de agosto tras recibir, ese mismo día, una denuncia remitida por la Guardia Civil en Villoldo por insultos y amenazas con arma blanca, tras tomar declaración al acusado, a la víctima y a sus dos hijas.
El obispo de la Diócesis, Esteban Escudero, ha oficiado hoy el funeral por M.B.M.P. en la iglesia de San Esteban de Villoldo con la asistencia de unas cuatrocientas personas que han abarrotado el recinto religioso, donde se han vivido momentos de dolor y emoción por parte de familiares, amigos y vecinos de esta localidad de unos 400 habitantes situada a unos treinta kilómetros de la capital.
Por la mañana, un centenar de personas se ha concentrado ante la Subdelegación del Gobierno para condenar la muerte de M.B.M.P., de 42 años, supuestamente a manos de su esposo, J.S.G., que permanece ingresado en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid, tras auto-lesionarse.
El hombre permanece hospitalizado con vigilancia policial, por las heridas que al parecer él mismo se causó, a la espera de poder estar en condiciones de declarar, según ha informado hoy el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
Ahora la jueza estudia con la Fiscalía las medidas que se pueden adoptar, teniendo en cuenta el estado de salud del acusado.
Representantes de las cuatro administraciones en la capital palentina y del ayuntamiento de Villoldo, Guardia Civil, Policía Local y Cuerpo Nacional de Policía han respondido a ese llamamiento y han demostrado con su presencia la unión de todas las administraciones y Fuerzas de Seguridad en el trabajo para erradicar la lacra de la violencia machista.
El pueblo ha cambiado "la rabia y la desesperación por la desolación y la impotencia, al ver que no hemos podido hacer nada y que nos hubiera gustado mucho hacer algo", ha declarado la alcaldesa de Villoldo, Florentina Vela.