Los Príncipes de Asturias, cinco años de amor y compromiso institucional

BEATRIZ QUINTERO 22/05/2009 00:00

La presión sobre el Príncipe Felipe en aquellos años era cada vez más fuerte. La sociedad española le reclamaba que cumpliera con su deber y formara una familia y tuviera un heredero. Él tenía claro que no renunciaría a casarse por amor. Y así lo hizo. El 1 de noviembre de 2003 la Casa Real anunciaba el compromiso y el día 3 del mismo mes la pareja se presentaba ante los medios de comunicación.

A partir de ese momento la vida de Doña Letizia cambio de manera radical. Dejo su prometedora carrera de periodista, trasladó su residencia al Palacio de la Zarzuela y comenzó el aprendizaje que la conducirá a ser la próxima Reina de España.

Periodista llamada a ser Reina

Todas las miradas se posaron entonces en aquella periodista llamada a ser la futura Reina. No todo el mundo aceptó que el príncipe eligiera a Letizia para compartir su vida y sus responsabilidades con la nación. Cinco años después, el 81'7% de la población, según una encuesta de SIGMA DOS, aprueban la elección. El Príncipe confiaba plenamente en que Letizia era la adecuada. "Tengo la seguridad de que reúne todas las cualidades y capacidades necesarias para asumir las responsabilidades y las funciones como Princesa de Asturias y como futura Reina de España", sentenciaba el día de su compromiso.

Sus hijas, su mayor tesoro

Han sido cinco años de cambios, amor y mucha felicidad. Sobre todo con la llegada de las dos pequeñas infantas: Leonor y Sofía. La mayor llegaba al mundo el 31 de octubre de 2005 y ocupa el segundo puesto en la línea de sucesión al trono.

Sofía nació el 29 de abril de 2007 . Su llegada completó la felicidad de la familia real y reabrió el debate sobre una posible reforma constitucional. La pequeña de las hijas de los Príncipes de Asturias ocupa el tercer puesto en la línea de sucesión. Ahora las niñas se han convertido en la prioridad de la Princesa.

Su cara más humana

La Princesa Letizia también ha mostrado su cara más humana y más cercana. El día más duro que ha tenido que vivir fue la muerte de su hermana Erika, en la que estuvo arropada por toda la Familia Real.

Estos cinco años de matrimonio han hecho de la Princesa Letizia una mujer más serena, más madura y más contenida. Don Felipe, en cambio, ha mostrado su cara más cercana y ahora se muestra más abierto. La pareja ha sabido sacar lo mejor del otro para cumplir con el reto personal e institucional que contrajeron al unir sus vidas aquel lluvioso sábado de mayo.