En la actualidad el examen para obtener la nacionalidad queda al arbitrio de cada juez, existiendo por tanto un margen de discrecionalidad sobre las preguntas que cada magistrado realiza a cada solicitante.
Recientemente ha surgido una polémica ante algunas preguntas conocidas, que versan desde preguntas relacionadas con el mundo del corazón, hasta algunas pertenecientes a la Historia de España pero de cuestiones relacionadas con el siglo XVI, por ejemplo.