Uno de los cinco individuos de clan gitano imputados por extorsionar presuntamente al párroco de Borja, asegura que tiene una estrecha relación con el cura. Los imputados podrían haber estado chantajeando al párroco aprovechando tener información por uno de los delitos imputados, abusos sexuales. Don Florencio, el párroco, tras la extorsión habría estado robando dinero de la parroquia para silenciar al clan.