El consejero de Interior, Felip Puig, comparecerá este jueves por la mañana en el Parlamento autonómico para explicar el operativo policial que diseñó para garantizar la celebración del pleno el 15 de junio y la seguridad de los diputados ante el bloqueo de los 'indignados' de todos los accesos a la Cámara catalana.
El pleno se pudo celebrar, pero algunos diputados fueron víctimas de agresiones, empujones e insultos cuando pretendían acceder al Parlamento, otros entraron en furgonetas de Mossos mientras que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, la presidenta del Parlamento catalán, Núria de Gispert, y algunos consejeros aterrizaron en helicóptero.
Un día después del bloqueo, la oposición censuró al consejero Puig por planificar mal operativo policial ante las protestas de un grupo de violentos, y le acusaron de no garantizar la "integridad física" de los diputados y los trabajadores de la Cámara.
Por su parte, el consejero, en rueda de prensa, dijo que entre los 'indignados' hubo violentos con "ganas feroces de batalla campal" a las puertas del parque de la Ciutadella.
Puig admitió que el dispositivo tuvo alguna "insuficiencia" en algún punto porque no se pudo garantizar en todo momento la integridad de los diputados cuando accedían en el recinto, aunque recalcó que los objetivos principales se consiguieron: garantizar la inviolabilidad del recinto y permitir el pleno.
Según el consejero, no se decidió actuar con más contundencia policial en algunos momentos para evitar que el conflicto se perpetuara y que la violencia se extendiera por otros barrios de la ciudad y que por la noche se congregara aun más multitud de gente a las puertas del Parlamento autnómico.