El acusado, que se enfrenta a penas de prisión y al pago de una elevada multa monetaria, no comprobó la temperatura, a pesar de conocer que el agua salía excesivamente caliente, según sostiene el Fiscal. El juez también defiende que el hombre incumplió las más mínimas normas de cuidado al mojar repetidamente distintas partes del cuerpo del niño, que en el momento del accidente tenía 3 años y 9 meses.
El día en el que se produjeron los hechos, el menor y su madre se encontraban en casa del denunciado debido a la relación de amistad que se había fraguado entre los adultos. Durante una ausencia de la madre, el menor sufrió una diarrea, por lo que el acusado decidió ducharlo.
La Fiscalía ha señalado que el acusado “apuntó con la ducha de forma reiterada al cuerpo del niño, tanto por su espalda y glúteos como por el tórax, provocándole diversas quemaduras” y ha apuntado que el tiempo de exposición del agua caliente sobre el cuerpo del niño “no ha podido ser determinado”.
Aquella noche del 21 de octubre de 2015, el niño sufrió quemaduras de segundo grado intermedio en la cara anterior del tórax, en el abdomen, en la espalda y en la parte superior del glúteo; de segundo grado superficial en la parte superior del muslo izquierdo y de primer grado en la región púbica y genital. Debido a ello, el niño precisó, entre otros, auto-injertos, cirugía plástica, rehabilitación, nutrición enteral y sonda naso-gástrica y urinaria.
El pequeño tardó 140 días en curar todas las heridas, de los que 42 días estuvo hospitalizado. La Fiscalía ha apuntado también que al menor le quedaron “varias cicatrices, que van a seguir siempre con él”. Como consecuencia, el niño tendrá que llevar siempre protección solar, tendrá que ir con camisetas gruesas para no exponer la piel al sol y deberá mantener las heridas hidratadas. Es por ello por lo que el médico forense ha calificado el perjuicio estético sufrido de "muy importante".
El hombre, que se encuentra a la espera de la vista oral que se celebrará el viernes 9 de febrero, ya tiene prohibido acercarse al menor a una distancia inferior a 100 metros y comunicarse con el niño.
La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de lesiones imprudentes y solicita que se condene al acusado a 2 años de prisión, inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de duración de la condena, prohibición de acercarse al niño, a su domicilio y a lugares frecuentados por el niño a una distancia inferior a 100 metros y se solicita la prohibición de comunicarse con el menor por cualquier medio durante un periodo de 5 años. Además, se demanda que el acusado afronte un pago de 56.000 euros, divididos en: pago de las costas y abono de una indemnización de 2.520 euros por cada día de ingreso hospitalario, 900 euros por los días de curación, 3.400 euros por los días impeditivos y 50.000 euros por las secuelas; y de otra al SESPA en concepto de gastos hospitalarios, todo ello más los intereses legales.