Decenas de vecinos de Castelldefels han protagonizado una sonada manifestación con sus coches para protestar por la instalación de un radar. El dispositivo se instaló hace tres años pero no fue hasta enero cuando comenzó a funcionar. Desde encontes, las multas y la retirada de puntos han sido la constante. Los vecinos creen que su puesta en marcha sólo tiene un fin recaudatorio.