Las causas por las que España es el país con más repetidores

  • El 8,7% de los estudiantes de primero a tercero de la ESO repite frente al 1,9 de la media de la OCDE

  • El número de repetidores españoles no se corresponde con los resultados de los alumnos españoles en PISA, donde están en la media

  • Los expertos aseguran que repetir no acarrea resultados positivos

Es uno de los males endémicos del sistema educativo español. En España se repite más que en ningún país de nuestro entorno. El último informe en confirmarlo ha sido 'Education at a Glance 2021', dado a conocer este jueves por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).

Aquí, el 8,7% de los estudiantes de primero a tercero de la ESO repite, un porcentaje muy alejado del 1,9% de media de la treintena de países que integra la OCDE y del 2,2% de la UE.

En cuarto de la ESO, bachillerato, FP Básica y de Grado Medio, los resultados no son mejores: repiten curso el 7,9% de los alumnos en España frente al 3% de los países de la OCDE y del 3,3% en la UE.

Pero ¿por qué repiten más los alumnos españoles? ¿Acaso son peores estudiantes que el resto de chicos de los países de nuestro entorno? ¿Cuál debería ser la solución?

Lo primero que hay que decir es que aunque en España se repita como en ningún otro país, estos datos no se corresponden con los resultados en matemáticas o lengua de los alumnos españoles en el informe PISA, donde se sitúan prácticamente en la media de la OCDE. Es decir, con el mismo nivel de competencia, en España se suspende mucho más que en cualquier sitio. De hecho, algunos analistas apuntan a que si en España no se repitiese tanto, los resultados en PISA mejorarían.

La repetición no supone una mejora

Los expertos se quejan de la falta de un análisis y de unas orientaciones claras de por qué y para qué se repite. "Eso hace que España sea uno de los países con más repetidores. Y no parece que la repetición, en general, en sí misma suponga una mejora", sostiene el pedagogo y escritor Gregorio Luri.

Luri defiende que solo merecería repetir curso en aquellos momentos donde se produce una fractura, en momentos críticos, de la evolución del alumno. "En tercero o cuarto de primaria, con ocho y nueve años, los alumnos viven una auténtica revolución intelectual. Tienen que pasar de aprender a leer a aprender leyendo. En esta situación, vemos que los que más riqueza de vocabulario tienen, más rápido progresan. Quizás ahí, a esos alumnos que necesitan para enfrentarse a los retos de la lectoescritura un dominio lingüístico más amplio, sería interesante estudiar su repetición. En los demás caso no parece que tenga resultados positivos", asegura.

Juan Izuzkiza, profesor de filosofía y autor del libro 'Borregos que ladran', señala que "es buena noticia" que se reconozca que en España somos punteros en repetición. "Lo que me parece mala noticia es que la Administración quiera maquillar estos datos con conceptos como el aprendizaje por competencias o el aprendizaje significativo como solución para que haya menos repeticiones", apunta. "No hay que estar dando continuas vueltas a la metodología, porque el buen método no es un método, sino un profesor", defiende.

La repetición se ceba con los vulnerables

La repetición afecta de manera determinante a los alumnos de entornos más desfavorecidos, que repiten cuatro veces más que el resto. "La repetición en España se ceba con los más vulnerables. Si muchos alumnos españoles que repiten fueran de países vecinos como Portugal, Francia, Italia o Grecia, no estarían repitiendo. Es decir, no repiten porque sean malos. Y aun imaginando que fuera efectiva la medida, se la estamos aplicando a demasiados alumnos", asegura Lucas Gortázar, coordinador de Educación en EsadeEcPol y consultor de Educación en el Banco Mundial.

"En los repetidores hay infinidad de perfiles", señala Izuzkiza. "Muchos no tienen ningún tipo de intención de hacer absolutamente nada pero habrá otros a los que se tenga que dar la oportunidad de volver a intentarlo. No sé si es necesariamente negativo que aquí se repita más", explica.

Criterios de evaluación

Los criterios de evaluación que se aplican en España podrían estar detrás de esta altísima tasa de repetidores. "Por mucho que se nos llene la boca de que la escuela es una institución inclusiva e igualitaria, la escuela nació como una institución selectiva, para unos pocos", asegura el catedrático de Sociología y experto en educación Mariano Fernández Enguita. Y explica: "En la medida que se fue ampliando por la presión popular y porque tenía otras funciones de sociabilización, continuó como una institución selectiva, que lo que hace es filtrar y procurar que pase poca gente. Pero la presión aumenta, la gente quiere estudiar, la sociedad se hace más rica, se va viendo como un derecho, y va entrando más gente, pero en España no ha cambiado esa cultura. Ese es el principal problema".

Gortazar insiste en la idea: "Se trata de una lógica selectiva para seleccionar universitarios y funcionarios que hemos trasladado a niños de 12 años. Pero a los 12 años, los niños tienen derecho a educarse y los centros educativos, una responsabilidad que es ayudarles a que aprendan y a que ejerzan ese derecho".

Decisión del claustro de profesores

Conscientes del problema que supone el alto porcentaje de repetidores que hay en España, el Ministerio de Educación decidió hace unos meses que fuera el claustro de profesores el que decidiera si un alumno debía pasar de curso o no, independientemente del número de asignaturas que tuviera suspensas. "Pero eso ya se está haciendo", asegura Luri. "Los claustros son instituciones muy serias donde ya se debate caso por caso", añade.

Enguita cree que es una "barbaridad" tener que repetir un curso entero por haber suspendido tres asignaturas de las 10 o 12 que hay. "Es como si uno se volviera a leer 12 libros porque no ha entendido dos de ellos. Es ridículo el razonamiento. Solo se entiende porque está clavado en la cabeza del profesorado durante años y años de práctica. Cuando tú tienes un fallo parcial, resuelves ese fallo parcial".

Otros, como Luri, consideran que la cuestión es qué hacer con los alumnos que repiten. "Si repiten no es para que los integres en una clase para que se enfrenten con las dificultades que ya tenían sino que necesitarán un tratamiento individualizado que les ayude a analizar dónde están sus dificultades y qué manera tienes de incidir sobre ellas", explica este pedagogo, que añade que esto necesitaría de más profesores en el aula.

La repetición es, además, una medida carísima. Escolarizar a un niño un año más cuesta hasta 7.000 euros en secundaria. En países como Portugal o Francia, que estaba igual que nosotros hace 10 años, las repeticiones se han reducido de manera drástica. Los alumnos llegan a secundaria y por norma tienen que pasar de curso porque es su derecho aunque luego sí tengan que ir recuperando las materias que tengan suspendidas.

Los chicos repiten más

El último informe de la OCDE sobre educación saca al descubierto otro dato inquietante: el 60% de los que repiten son chicos. Lo cierto es que los chicos abandonan a partir de los 11 años la lectura. Y aunque tienen más facilidad para la resolución de problemas, fallan en la memorización respecto a las chicas. "Hay diferentes brechas entre unos y otros. Y es cierto que las chicas tienen una brecha con las ciencias y viven una especie de ansiedad matemática que hay que tratar específicamente. Pero los chicos viven una ansiedad lectora, que también hay que tratar. Estamos hablando de niños, cada uno con sus necesidades. No es un grupo homogéneo de niños y otro de niñas. Eso sería una claudicación de la labor pedagógica", señala Luri.

Izuzkiza apunta también al comportamiento desigual de unos y otros. "La escuela es una institución que vive de reglamentos, y de incentivar la responsabilidad y la obediencia. Y los chicos culturalmente tienen más permitido jugar o hacer el cafre, y las chicas son más responsables y saben que lo van a tener más difícil para encontrar un trabajo en el mercado laboral", señala este profesor.