"¿Qué tenéis escondido en la manga para vuestros enamorados mañana?" lanzaba Reeva Steenkamp en las redes sociales, impaciente porque llegara San Valentín. Horas después, la policía sudafricana encontraba el cadáver de la modelo en la vivienda de su pareja, Oscar Pistorius. El atleta pasará la noche en una celda y el viernes declarará como acusado de asesinato. Los investigadores dudan de su versión de los hechos. Según Pistorius, confundió a su novia con un ladrón y le disparó cuatro tiros con la pistola que guarda junto a su cama. Por contra, los vecinos aseguran haber escuchado gritos que salían de la casa, y la policía tiene constancia de "incidentes domésticos" anteriores. Nacido con una deformación congénita, a Pistorius le amputaron las dos piernas cuando era un bebé. Ayudado por unas prótesis, medio siglo después hacía historia al participar en los Juegos Olímpicos de Londres. En su país es una celebridad, aunque hoy una cadena de televisión retiraba un anuncio suyo. Y de su página personal ha desaparecido otro, en el que se lee: "soy la bala en la recámara".