Unos 7.000 refugiados sirios se encuentran viviendo actualmente en seis campamentos en la provincia de Hatay, en el sur de Turquía, a donde han huido como consecuencia de la represión con la que el régimen de Bashar al Assad ha respondido a las protestas en su contra que comenzaron el pasado mes de marzo, según ha informado la ONG Red Euromediterránea de Derechos Humanos (EMHRN, por sus siglas en inglés).
Una delegación de esta organización con sede en Copenhague visitó la semana pasada los campamentos de refugiados sirios en el sur de Turquía, donde tuvo ocasión de hablar con ellos, así como con las autoridades turcas y las ONG que les están prestando asistencia.
Según EMHRN, la misión llegó a la conclusión de que aunque son de apreciar los esfuerzos de Turquía para acoger a los sirios que huyen de su país, el Gobierno turco debería permitir al Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) pleno acceso a los campamentos y autorizar a los sirios a que soliciten el estatus de refugiado con plena protección de acuerdo con las convecciones internacionales.
La mayoría de los refugiados, según la ONG, proceden de Jisr al Shughour y otras localidades próximas, muy cerca de la frontera y que quedaron prácticamente vacías como consecuencia de la actuación del Ejército sirio. En los últimos tiempos se han producido llegadas desde las ciudades de Latakia y Hama, también asediadas por las fuerzas de seguridad.
Muchos de los refugiados, según EMHRN, llegaron sin pasaportes u otros documentos de identidad, pese a lo cual los soldados turcos en la frontera les trataron bien y les trasladaron a los campamentos gestionados por la Media Luna Roja Turca.
El Gobierno turco, que considera a estos sirios como "huéspedes", les ha dado cobijo, alimentos, y atención sanitaria entre otras cosas, pero este estatus "está abierto a la interpretación y carece de la protección internacional que ACNUR puede ofrecer", subraya EMHRN.
Según esta entidad, la agencia de la ONU apenas ha podido acceder a los campamentos y sólo los pocos sirios que han conseguido llegar hasta sus oficinas en Ankara han sido registrados como solicitantes de asilo.
Los refugiados con los que habló la delegación del EMHRN han indicado que dado que la situación en Siria no parece mejorar no se sienten lo suficientemente seguros para volver a sus hogares a corto plazo. Por ello, pide al Gobierno turco que permita a ACNUR acceder a los campamentos y que aquellos que así lo deseen puedan registrarse como refugiados.