A pesar de que el perjudicado, tal y como explica El Heraldo, reclamó en un primer momento 4.540 euros en concepto de los 65 días que, él relata, tardó en curarse y por las secuelas producidas, el magistrado rebajó esa cifra a 1.700, más 200 euros por los intereses legales, al considerar que las lesiones producidas por la caída no han quedado del todo acreditadas.
Fue el pasado 3 de octubre de 2016, en el barrio zaragozano de La Almozara, cuando el hombre resbaló en uno de los pasillos del supermercado debido a que el suelo estaba mojada tras haberse derramado cerveza. El afectado se golpeó en la cabeza con una caja de esta misma bebida, se dañó la cadera, una pierna, una muñeca y además se le rompió el chándal. Por este último desperfecto se le abonó 44,99 euros por las molestias causadas.
Y fue un año después, tras recibir tratamiento farmacológico debido a que en las radiografías no se detectó ninguna fisura o fractura ósea, cuando el afectado decidió denunciar. A través de su abogado, Isidro Villanova, presentó una demanda reclamando los 4.540 euros en concepto de daños sufridos por el resbalón.
La empresa se opuso a pagar dicha cantidad asegurando que la responsabilidad no era suya, que el incidente fue "inmediato e inevitable". Además alegó que la zona se acababa de limpiar y que continuamente pasaban empleados para revisar la zona. También alegó que el pago del chándal no significa reconocer la responsabilidad del mismo, si no que se trata de una "deferencia-complacencia" hacia el cliente que sufre un percance, ya que la empresa puede pagar hasta 200 euros en este concepto.
El juez explica en su sentencia que aunque aunque no se puede hacer responsable del todo al supermercado, en este caso la empresa no habría presentado las pruebas suficientes para demostrar tal hecho. Una de esas pruebas fue el testimonio de una empleada que el juez valora que ha podido hacer "en función de sus intereses laborales". El magistrado también critica que no se haya aportado ningún vídeo captado por una cámara de seguridad que demuestre que el derrame de la cerveza se produjera en el mismo momento.
Por todo ello, el supermercado ha sido condenado a pagar al hombre 900 euros por 30 días de perjuicio básico, 800 por la secuela de dolor en una muñeca y 200 por los intereses legales. La sentencia no se ha recurrido, por lo que es firme y la indemnización ya ha sido abonada.