Todos ellos permanecen desde hace "varios días" en la región desértica conocida como Kandahar, una "tierra de nadie" en la frontera entre Marruecos y Mauritania, indicaron las fuentes desde Nuadibú, a unos 470 kilómetros al norte de Nuakchot.
El grupo inicial era más numeroso, pero una parte de sus integrantes, de los que se desconoce el número exacto, poseía pasaporte marroquí o mauritano y consiguió regresar a esos países después de que la policía marroquí los localizara.
Según las fuentes, algunos de esos saharauis habían salido de manera clandestina de Mauritania y, tras ver que no podían entrar en Marruecos, lograron volver a aquel país.
Por su lado, fuentes saharauis indicaron a Efe que, según sus informaciones, la mayoría de esas personas procedía de los campos de refugiados saharauis de Tinduf, en Argelia, y aquellas que no tenían pasaporte están ahora "abandonadas a su suerte" en Kandahar.
La zona de Kandahar continúa sembrada de minas antipersonales, que fueron instaladas allí durante la guerra entre Mauritania y el independentista Frente Polisario (1976-1979) por el control de la ex colonia española del Sahara Occidental.