La segunda fase de la operación salida trae novedades: ocho nuevos radares y tres drones comienzan a multar

  • La DGT ya había desplegado 1.293 dispositivos y 12 helicópteros

  • Un total de 9.100 efectivos de la Guardia Civil controlan las carreteras

  • 256 personas fallecieron en julio y agosto del año 2018

La segunda fase de la operación salida, que comenzó el pasado miércoles 31 de julio, trae consigo novedades en las carreteras. En concreto, a partir de este jueves 1 de agosto, un total de ocho nuevos radares y tres drones de la Dirección General de Tráfico (DGT) se unirán a los 1.293 dispositivos y 12 helicópteros ya desplegados en las carreteras.

Además, un total de 9.100 efectivos de la Guardia Civil controlarán las carreteras, 300 más que en el año 2018. Todo para garantizar la vigilancia, en especial, en las vías convencionales, donde se produjeron la mayor parte de los accidentes mortales en julio y agosto de 2018. En concreto, durante ese periodo de tiempo estas calzadas concentraron el 76% de las muertes.

La incorporación de dispositivos no es nueva, ya que la DGT lo lleva haciendo progresivamente desde que comenzó el verano. El pasado 1 de julio, sin ir más lejos, añadió 20 nuevos radares fijos, 16 de ellos colocados en carreteras nacionales. Sin embargo, todavía faltarían por colocar unos 50 más, según los datos facilitados por el organismo público.

Especial vigilancia en las vías convencionales

La distribución de los 1.301 radares de la DGT es desigual en el territorio español. Según los datos del organismo a 29 de julio de 2019, la provincia con más radares es Madrid, con 74, seguida de Sevilla, Valencia, Alicante y A Coruña. Eso sí, hay que tener en cuenta que el País Vasco y Cataluña tienen las competencias transferidas, por lo que quedan excluidas de la información que tiene tráfico.

En cuanto a las carreteras, las vías con más radares son, en general, las vías nacionales, en donde se suelen producir más accidentes. Así, destacan el número de aparatos instalados en la N-232, con 33; la N-332, con 31; La N-340, con 28; y la N-120, con 27. La colocación de estos dispositivos suele estar relacionada con el número de víctimas. En el año 2017, último del que se tienen datos, las carreteras negras en las que se acumularon más fallecidos fueron la A-7, N-232, N-332 y la A-4.

Llegan los drones

Entre los nuevos recursos que la DGT ha incorporado para velar por la seguridad destacan los drones. Estas aeronaves comenzán a multas de inmediato. En especial, van a estar destinados en aquellos tramos donde el riesgo de accidentabilidad es más alto, con un mayor tránsito de usuarios vulnerables, como ciclistas, motociclistas o peatones. También se encargarán de la supervisión de distracciones durante la conducción.

La Dirección General de Tráfico cuenta con un total de 11 drones, aunque tan solo tres, los que han comenzado a multar, están certificados por el Centro Español de Metrología (CEM). La infracción podrá ser notificada en el acto o ser tramitada posteriormente. Todo con el fotograma correspondiente en el que se evidenciará la misma.

Un despliegue de tráfico en las carreteras para evitar los 256 fallecidos en las carreteras en julio y agosto del año 2018, lo que al final de año, supusieron 1.806 muertos en accidentes de tráfico. A ellos hay que añadir las 138.609 heridas, de las cuales 8.935 requirieron hospitalización. Unas cifras que hacen pensar en tener precaución al volante.