La sequía empieza a ser alarmante en muchas comunidades autónomas

  • En muchas comunidades autónomas, la sequía empieza a ser alarmante

  • Murcia es la comunidad más perjudicada por la sequía

  • La escasez de lluvias durante este invierno está provocando que los embalses estén en una situación crítica en la península

Ni llueve lo suficiente ni hay perspectivas de que lo vaya a hacer en las próximas semanas. El nivel medio de los pantanos esta ya por debajo del 50 por ciento. La escasez de lluvias durante este invierno está provocando que los embalses estén en una situación crítica.

Murcia, la más perjudicada por la sequía

La cuenca hidrográfica del Guadalquivir es la que se encuentra en peor situación, pero si hablamos de comunidades autónomas, Murcia es la más perjudicada. Que son páramos, desiertos, que están yermos, sin vida y casi secos. Es la descripción perfecta para muchos embalses de nuestro país, sobre todo del sur. Empezamos por Murcia, allí podemos hasta pasear por el fondo del pantano de Santomera, apenas agua en toda la región donde se encuentran a poco más del 20%, cuando hace dos años estaban al 70%.

Andalucía, también bajo mínimos: ya hay restricciones de agua

Los andaluces también, bajo mínimos, 4 de las 8 provincias están por debajo del 30%, la peor parte se la llevan Córdoba y Jaén que se enfrentan ya a la sequía más severa de la última década. Igual están en la provincia de Badajoz. Aquí llevan días sin llover, y no se espera que lo haga hasta la semana que viene, por lo que una decena de localidades de la comarca de Tenudía llevan un mes con restricciones en casas de recreo e incluso en el riego. Cortes que afectan a más de 20.000 personas.

Al norte, provincias como Orense empiezan a tener problemas y por ende salen a flote localidades engullidas hasta hace pocos meses por los pantanos, “yo no me acuerdo en hace muchos años de ver este pueblo así”, nos dice una turista. Una situación muy preocupante porque dicen los expertos, nos estamos acostumbrando a sequías cada vez más frecuentes y más duraderas, en un mapa hídrico español cada vez más alarmantemente seco.