El Ayuntamiento de Sevilla ha reforzado la seguridad de la ciudad por la Semana Santa. Para evitar incidentes como los que tuvieron lugar en la celebración de la Madrugá del pasado año, Sevilla ha blindado sus calles utilizando la inteligencia artificial. Se han instalado una veintena de cámaras de última generación, que permiten contar el flujo de personas en la vía y cuántas personas se concentran en una calle y momentos concretos. De esta forma, se busca prevenir las avalanchas producidas en otros años. También se ha prohibido la venta y consumo de alcohol durante las horas de madrugada, y se ha obligado a los bares de la zona por donde procesan las hermandades a cerrar una hora antes de que llegue el paso.