Casi un centenar de personas se congregaron hoy a las puertas de la Consejería, donde ondeaban las banderas a media asta en señal de duelo, al igual que lo hacen durante tres días en todos los hospitales y centros de salud por decreto de la administración autonómica.
La Consejería mostró hoy en un comunicado su repulsa "hacia esta violencia incomprensible", e informó de el conductor de la ambulancia, herido de bala en el mismo suceso, mantiene una evolución favorable, se encuentra estable, y ha sido trasladado a planta de hospitalización esta mañana, en el Hospital del Noroeste de Caravaca de la Cruz.
Tanto el herido como los familiares de la médico fallecida han sido atendidos por un equipo de psicólogos del 1-1-2.
La representación médica colegial aprobó en reunión urgente esta mañana la concesión a la doctora fallecida, María Eugenia Moreno Martínez, de la medalla de Honor con distintivo de Plata por haber caído en acto de servicio, mientras que el Colegio de Médicos anunció que pagará la educación de su hijo, de 2 años, hasta que cumpla los 27 años.
Al término de la concentración la secretaria de organización de la federación de servicios públicos de UGT, Isabel Zuazo, dio lectura de un comunicado en el que las organizaciones sindicales muestran su repulsa por lo acontecido y en el que exigen un aumento de las medidas de seguridad en los centros de trabajo.
En concreto, piden que se mejore el Plan de Prevención de Agresiones sea mejorado y se profundice en su implantación, que se realice un seguimiento de oficio por parte de la Administración de todos los casos de agresiones a los profesionales sanitarios, y que se convoque de forma urgente la Mesa Sectorial de Sanidad y del Comité de Seguridad y Salud.
Se da la circunstancia que el ambulatorio de Moratalla donde ocurrió el asesinato no está considerado de alto riesgo e incluso el Comité de Seguridad y Salud del Noroeste no aceptó una modificación en el sistema de seguridad que posee, consistente en un pulsador conectado con una empresa de seguridad.
Así lo desveló hoy la representante ugetista según el delegado de prevención de riesgos de la zona, José Guardiola, perteneciente al hospital comarcal. El citado comité ha vuelto ha reunirse de forma urgente tras lo ocurrido.
El secretario general del sindicato de médicos de Murcia, Víctor López, comentó que "por un intento de agresión el centro de salud de Moratalla se declaró conflictivo hace tiempo en que tuvo un guardia de seguridad", pero como hoy advirtió el presidente del colegio de Médicos, Rodolfo Castillo, este asesinato "no se hubiera evitado con nada; el fallecido hubiera sido el guardia de seguridad" si lo hubiera.
No opina así el secretario general del sindicato médico, Víctor López, quién afirma que "si hubiera habido detector de metales y guardia de seguridad probablemente sí se hubiera evitado lo ocurrido", y añadió que lo de Moratalla es un ejemplo del cambio de valores de la sociedad hacia la violencia.
Castillo dijo que "por muy sociópata e inadaptado que fuera -el agresor de Moratalla- no se podía prever" lo ocurrido, porque "no es lo habitual que a los centros sanitarios vaya la gente con pistola", y reiteró que "nadie sospecha que va a ir una persona de 74 años con una pistola a un centro de salud, es inimaginable".
Además señaló que por mucha seguridad que se quiera poner, los actos médicos requieren intimidad y no se podría, por ejemplo, poner un guardaespaldas a cada médico, si bien se podría poner un guardia de seguridad en cada centro de salud como medida intimidatoria para que se lo piensen dos veces los que acudan con intención de agredir.
Murcia cuenta con un Plan de Agresiones desde 2005 y diversas comisiones son las que deciden, según cada estadística, qué tipo de medida de seguridad se requiere.
Emilio, el marido de la doctora Moreno, decía ayer al presidente del colegio médico que ojalá no vuelva a pasar, y que si pasa, a él ya no le iba a tocar.