"La situación es cada vez más alarmante en el norte del país donde miles de personas, a las que el conflicto armado afectó de alguna u otra forma, dependen totalmente de la ayuda humanitaria y requieren, con urgencia, alimentos, atención médica o demás servicios de ayuda humanitaria", ha expresado la jefa de Actividades Operacionales del CICR para África del Norte y del Oeste, Yasmin Praz Dessimoz.
El CICR ha pedido donaciones para recaudar 20 millones de euros y así poder sufragar las necesidades más "acuciantes" sobre todo de alimentos y medicinas. Esta ha sido la segunda vez en 2012 que la institución solicita fondos para su labor en Malí.
"En los mercados, los alimentos se venden a precios prohibitivos para la mayoría de las familias. Los servicios públicos ya no prestan servicios básicos de salud ni proporcionan agua potable", ha asegurado Praz Dessimoz. "La situación es tan calamitosa para los residentes como para los muchos desplazados", ha añadido.
Con los fondos que se recauden el CICR y la Cruz Roja Maliense ayudarán a unas 360.000 personas en situaciones "vulnerables" en el norte de Malí y distribuirán víveres entre los desplazados. "Son casi millón y medio de personas las que se beneficiarán de nuestra ayuda alimentaria, en las regiones de Kidal, Gao, Tombuctú y Mopti", en el norte y el este del país, según ha estimado Praz Dessimoz.
El CICR seguirá suministrando medicamentos y material a centros de salud, proveyendo carburantes para los generadores eléctricos que se utilizan para potabilizar el agua y visitando a detenidos en las cárceles malienses para comprobar sus condiciones de detención y trato.