Sarah de 30 años se puso de parto cuando se encontraba en el baño de su casa, sin tiempo para reaccionar, llamó a su hija para que la asistiera en el nacimiento de su hermano. Shannon Cox, de 11 años, no dudó y ayudó a su madre en el parto.
La joven avisó a los servicios de emergencia y recibió por teléfono instrucciones de los sanitarios para que su madre estuviera lo más cómoda posible durante el parto. “Shannon y mis dos hijos estaban en casa. La desperté y llamó por teléfono a la ambulancia”, cuenta Sarah a Mirror.
A los pocos minutos, Sarah daba a luz a un niño y su hija envolvió al bebé en toallas para mantener el calor corporal, e incluso utilizó el cordón de un zapato para atar el cordón umbilical.
“Ella lo hizo de manera brillante. No creo que Shannon sea consciente de lo importante que fue lo que hizo”, asegura orgullosa Sarah al citado medio.
El equipo médico que más tarde llegó a la casa para comprobar el buen estado de madre e hijo, ha galardonado a la joven por sus buenas funciones durante el nacimiento de su tercer hermano. Los facultativos halagan que la adolescente pudiera asistir a su madre sin ningún problema.