La plataforma de agua, de Mercedes Benz y modelo RC1 3500, fue comprada en 1994 y tiene 6,63 metros de largo, por 3,1 de alto y 2,4 de ancho, ha informado la Dirección General de los Mossos d'Esquadra en un comunicado.
Desde entonces jamás ha sido utilizada por la policía y ahora ha sido revisada para actualizarla por una empresa sin que haya tenido ningún coste adicional para el departamento de Interior, han indicado las mismas fuentes.
Según ha anunciado este miércoles el director de los Mossos, Manel Prat, en la comisión de estudio de los modelos de orden público y las pelotas de goma del Parlament, esta plataforma estará operativa en aproximadamente un mes, cuando los agentes se hayan formado en su manejo.
El coste de un tanque más moderno, como el que utiliza actualmente la policía en Alemania, asciende a unos 900.000 euros, aunque no ha trascendido cuánto costó en su día la plataforma que ahora se pondrá en marcha en Catalunya.
Prat ha admitido que este sistema "no es menos lesivo" que las pelotas de goma --cuya continuidad se está debatiendo en el Parlament-- y que de hecho en alguna ocasión han causado lesiones oculares.
NO SUSTITUYE LAS PELOTAS
Se utilizará en función del espacio y su idoneidad, y no en función del grado de violencia, y en "ningún caso" sustituirá a las pelotas de goma, ha asegurado Prat, que ha indicado que les será muy útil para proteger un espacio --ha puesto de ejemplo la Bolsa de Barcelona-- destinando menos efectivos.
Fuentes sindicales han asegurado a Europa Press que el tanque de agua fue adquirido a Israel y que actualmente las utilizan policías como la de Turquía, Irak y China, un extremo que no han confirmado oficialmente.
AMNISTÍA ADVIERTE
Ante este anuncio, Aministía Internacional de Catalunya ha avisado a través de su cuenta de Twitter de que los cañones de agua causan lesiones graves, tal y como está pasando en Turquía en las manifestaciones en la plaza Taksim, y aseguran que pueden "provocar la muerte".
Según Amnistía, las fuerzas del orden están utilizando en Turquía gases lacrimógenos y cañones de agua directamente contra la población, lo que ha provocado que, según el Colegio de Médicos de Esmirna, varias personas hayan perdido la vista.