El té es una bebida que se adapta a cualquier situación y se puede beber tanto en invierno como en verano. Su sabor, ligeramente amargo, gusta a casi todo el mundo. Sin embargo, si invitas a tus amigos a un té y lo preparas tú mismo, puede que no esté al gusto de todos. ¿Por qué?
Según explica una investigación realizada por el maestro del té Sebastian Michaelis y James Hind, un profesor de la Universidad de Nottingham Trent, esta bebida se puede preparar de 24 maneras diferentes.
A partir de su estudio, los expertos averiguaron que, por lo general, lo normal es estar al menos un minuto preparando una taza de té y se suele mezclar con leche semidesnatada. Generalmente, no se suele añadir azúcar, puesto que, según el estudio, es preferible que prevalezca el sabor amargo original.
En cuanto a esto, Michaelis ha declarado a Mirror que "Lo que me pareció fascinante es que hay muchas maneras posibles de hacer una taza de té, pero no existe un método secreto para la taza de té perfecta. Ya sea que agregue leche o no, lo que es crucial para una gran taza de té es la mezcla", además añade que "Todos toman su té un poco diferente, y es por eso que nadie puede hacerlo tan perfectamente como tú".
Y es que, como esta bebida puede hacerse de tantas maneras diferentes, solo uno mismo sabe cómo prepararla a su gusto.
Ambos expertos concluyeron su investigación afirmando que más del 50% de las personas que beben té piensan que lo más importante para hacer un buen té es el tiempo dedicado a su preparación. Asimismo, también explican que muy pocas personas agregan edulcorantes a su taza de té y que tan solo el tres por ciento calienta la leche antes de mezclarla con el té.