Para ello, analizaron la capacidad de seis modelos regionales de predicción para reproducir las condiciones climáticas observadas en la zona de 1960 a 1990.
El estudio revela que las precipitaciones descenderán entre un 10,7% y un 14,8% y afectará de forma directa a los recursos de la región.
"El Pirineo resulta una zona particularmente atractiva al tratarse de un sistema montañoso muy abrupto, que altera notablemente la trayectoria de las distintas masas de aire que circulan por la región, y recoge en unos pocos centenares de kilómetros un gradiente Atlántico-Mediterráneo completo", argumenta López-Moreno, que trabaja en el Instituto Pirenaico de Ecología (CSIC), en Zaragoza.
Los científicos recuerdan, asimismo, que el Pirineo representan la principal área generadora de recursos hídricos de la Cuenca del Ebro, así como el refugio de una gran cantidad de especies animales y vegetales endémicas que podrían verse muy afectadas por cambios en el clima.