La fortuna estaba atornillada bajo los muebles, detrás de estos, dentro de cajas de whisky y hasta en el baño de la casa heredada por una persona no identificada para preservar su anonimato, según ha publicado el periódico local Normandie.fr.
El heredero anónimo al llegar a la casa que le dejó un pariente en Évreux encontró el tesoro: Dos barras de oro de 12 kilogramos, 37 lingotes de 1 kilo cada uno y 5.000 monedas de 30 kilos en total.
"Todo estaba muy bien escondido", dijo el experto, Nicolas Fierfort, al que el heredero encargó la transacción financiera para subastar los muebles, monedas y demás, una fortuna que alcanzó los 3.5 millones de euros.
Este subastador de Évreux ha contado que el dueño no sabía nada del tesoro que escondía la casa heredada, pero que cuando comenzó a mover los muebles y a embalar las cosas, descubrió oro por todas partes.
Halló las monedas en una caja metálica escondida bajo un sofá. Luego halló otras más dentro de una caja de whisky. Cuando se dio cuenta de lo valioso que era todo aquello llamó a un experto en antigüedades.
El experto ha explicado a los medios que el origen del oro se comprobó y era totalmente legal. El oro fue comprado legalmente entre los años 40 y 50 cuando su precio era muy inferior al que tiene el metal ahora.