Bruce Grubb, un granjero de 24 años de Hatton (Escocia), estuvo a punto de cancelar la fiesta que estaba celebrando el sábado por la noche en su granja tras descubrir a un peligroso animal en el establo, según informa Daily Mail. En un momento de la velada, el granjero se ausentó para supervisar el estado de sus 200 vacas preñadas. Cuando llegó, vio la silueta de un tigre y huyó despavorido de regreso a su casa, donde no dudó en llamar a la policía.
En la llamada, el joven alertó a la policía de la presencia “de un tigre suelto”, por lo que un equipo de respuesta armado y varios vehículos se personaron en la finca. Incluso la policía llamó a un zoológico cercano para conocer si se había escapado algún felino. La sorpresa del cuerpo de seguridad fue mayúscula cuando descubrieron que se trataba de un peluche de grandes dimensiones, por lo que el granjero no pudo disimular la vergüenza que le produjo el suceso.
“Me siento un poco tonto por llamar a la policía, pero pensé que era una verdadera emergencia. Estamos riéndonos de eso ahora, pero fue muy aterrador en ese momento”, reconoció el joven. El inspector de la ciudad, George Cordiner, explicó que el procedimiento que llevó a cabo el cuerpo de seguridad es habitual en caso de peligro: “Por inusual que parezca la llamada, cualquiera peligro potencial para los ciudadanos debe tomarse en serio, por lo que se realizaron esfuerzos para verificar el avistamiento lo antes posible”, reconoció.
45 minutos después del incidente, los oficiales establecieron que no había ninguna amenaza para los residentes y apreciaron que la llamada fue “una falsa alarma hecho con buena intención”, como confirmó Cordiner.