Un plástico negro cubre las marcas que ha dejado del crimen. Los disparos han traspasado el lado del conductor y han sonado poco antes de las nueve de la mañana. Disparos que herían en las piernas a un menor de doce años y acababan con la vida de su madre de 41 años. Apenas habían recorrido doscientos metros desde casa. Se dirigían al colegio cuando el suceso les detuvo en un cruce de la localidad toledana de Las Ventas de Retamosa. Hacía tiempo que la víctima se había instalado en la localidad. Llegó con su hijo y su hija adolescente. El pueblo se había convertido en su refugio. Decía esconderse de su exmarido porque la había maltratado. Sin embargo las pruebas no apuntan ni a él ni a su actual pareja. Otro hombre al que han encontrado en la carretera de Valencia, implicado en un accidente es, por el momento, el único detenido.