Todo comenzó cuando llamaron a la policía de Torremolinos, en Málaga, avisando de un robo en una vivienda. Según informa el diario Sur, la mujer denuncio que la habían amenazado a ella y los niños que había en la casa y que había huido. Los testigos dieron la descripción de un coche gris.
En escasos 15 minutos, la patrulla localizó el coche y a los individuos dentro de un bar. Cuando los agentes les pidieron que salieran fuera opusieron resistencia. Uno de ellos se puso muy agresivo, sacó un cuchillo y empezó a gritar “os voy a matar, ahora es cuando saco la pistola y os voy a matar”, cuenta la prensa local. El otro sacó una catana y un estilete que escondía en su espalda.
Los agentes estuvieron 20 minutos intentando controlar a los dos hombres, ayudados de los taburetes del bar. En algún momento les dispararon sin llegar a darles mientras esperaban refuerzos. En el forcejeo, uno de ellos, el de la catana, se autolesionó en la cara y en el cuello, según los testigos. Al final pudieron retenerles usando un spray.
Hasta cinco agentes de policía necesitaron atención médica por las lesiones sufridas a la hora de retenerlos. Uno de los presuntos delincuentes también resultó herido y tuvo que ser operado aunque no corre peligro.