Los familiares de los ancianos que murieron el sábado pasado en Ciempozuelos al ser "olvidados" por el responsable del centro geriátrico donde vivían, no van a presentar ninguna denuncia.
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid puso el lunes en libertad al responsable del olvido, el dueño del centro, que ese mismo día mostró a los diferentes medios de comunicación una hoja de reclamaciones impoluta, como prueba de su profesionalidad.
Los familiares del resto de ancianos que viven en la residencia han destacado también la profesionalidad del centro, que dos días después de la tragedia, funciona con total normalidad.
El hermano de Jerónimo -uno de los fallecidos- que también vive en la residencia, seguirá viviendo allí a pesar de lo ocurrido, según ha señalado su hija, que sin embargo no ha transmitido al anciano todavía lo sucedido. "Hay muy buena relación", afirma esta. Un descuido mortal que quizá no quede suficientemente castigado o corregido.