Don Maks Suard esperó a encontrarse solo en la casa parroquial para quitarse la vida, según ha publicado el Corriere della Sera.
El sacerdote de la comunidad eslovaca en Trieste había admitido su culpabilidad en un caso de pedofilia ocurrido varios años atrás. La víctima de Don Maks Suard era una niña, que entonces tenía 13 años.
Estos hechos habían provocado la destitución del párroco y la decisión de la curia de Trieste de trasladarlo a otra parroquia.
El obispo de esta ciudad había organizado una reunión con Maks Suard, que había pedido dos días para preparar su renuncia.
Don Suard se dedicaba a enseñar religión en algunas escuelas y tenía un grupo de 'boy scouts'.