El útero se le rompe en el embarazo y una operación de 30 segundos salva al bebé

Informativos Telecinco 26/12/2017 12:01

En Londres, Masina Frost estaba embarazada de 31 semanas cuando empezó a sentir molestias agudas en el abdomen. Cuando acudió al hospital junto a Andy, su marido, los especialistas confirmaron que el útero se había roto y que el bebé había sido expulsado a la cavidad abdominal.

Rápidamente, un equipo médico que casualmente estaba dirigido por Shennan, experto en partos de emergencia, procedió a provocar el nacimiento de la pequeña mediante una cesárea de alto riesgo. La operación tan solo duró treinta segundos y finalmente, el bebé consiguió sobrevivir. Tras pasar un mes ingresada en el hospital, Sephina volvió a casa sana y feliz.

Según informa Daily Mail, "Todo sucedió muy rápido. En un minuto, Andy me estaba poniendo una inyección y de repente, estábamos corriendo hacia el quirófano. Fue aterrador, pero nos sentimos muy afortunados de tener con nosotros a nuestra bonita hija", explica Masina.

Shennan, el médico especialista que dirigió la operación, explica que fue un momento muy duro, ya que Sephina estaba al borde de la muerte. "Tan solo tuvimos unos segundos para que naciera. Dormimos a Masina con anestesia general y desde mi primera incisión hasta el parto solo pasaron treinta segundos. Es la cesárea de emergencia más rápida que jamás he hecho. Si Masina no hubiera estado conmigo en ese momento, habríamos perdido a Sephina. Es un milagro", reconoce el especialista.

No es la primera vez que Masina y Andy tienen problemas durante el embarazo. Su primera hija, Amelia, que ahora tiene cinco años, no nació hasta el quinto intento de fecundación in vitro.

Cuando Masina estaba embarazada de su segundo hijo, sufrió de fuertes dolores abdominales, tal y como le ha ocurrido durante este último embarazo. En aquella ocasión, los especialistas confirmaron que la mujer tenía un útero demasiado pequeño y que las trompas de Falopio no funcionaban correctamente.

Theo nació por cesárea pero fue demasiado tarde y sufrió falta de oxígeno, lo que derivó en daños cerebrales. Murió a los nueve meses.

Después de aquello, los médicos aseguraron a la pareja que era posible volver a quedarse embarazados, pero sería una situación de alto riesgo. Sin embargo, con Mesina han presenciado un milagro.