Los vecinos ataron con cinta adhesiva al hombre, semidesnudo, a un poste del alumbrado público, mientras lo insultaban.
El grupo que intentó tomarse la justicia por su propia mano se quejaba de que el ladrón era un reincidente que les había robado en sus casas teléfonos móviles y dinero, según ha publicado el periódico mexicano Excélsior.
Los vecinos amagaron durante horas con lincharlo, otros pedían rociarlo con gasolina y quemarlo vivo, pero finalmente llegó la policía y el delincuente fue detenido.
Los robos y fechorías de este tipo se han multiplicado en los últimos meses y las comunidades vecinales se lamentan del poco interés que le prestan las autoridades.