No es que ya no te acuerdes del año pasado: el verano dura cinco semanas más y las zonas desérticas crecen

telecinco.es 26/03/2019 18:02

Más de 32 millones de españoles, es decir, un 70% de la población, ya se están viendo afectados por las consecuencias del cambio climático, un fenómeno que está provocando un alargamiento de los veranos, acumulando años muy cálidos en la última década y provocando un aumento de la frecuencia de noches tropicales. A finales de los 70 teníamos en España una media de cuatro días de ola de calor cada verano.

En los últimos cuatro años tenemos 19 días de media cada año. Casi cinco veces más. Las noches tropicales, esas en las que la temperatura no baja de 20 grados, también se han multiplicado. En Madrid han pasado de siete en 1971 a 52 hace dos años. En Alicante, de 30 a 85, casi el triple.

La desertificación avanza sin freno

Como resultado, la desertificación de España, que ya es todo un hecho. La superficie con clima semiárido se ha duplicado en los últimos 50 años. Un 12 % del país es ya semiárido. Para ponerle más cifras, hablamos de un aumento de la superficie semiárida de 30.000 km2 en los últimos 50 años. Las zonas semiáridas a finales del siglo XX se encontraban solo al Valle del Ebro y sureste. La situación de hoy es diferente: aumenta el problema en esas regiones y se extiende a Castilla la Mancha y toda la Comunidad Valenciana. Y en el Mediterráneo, el nivel del mar ha aumentado 88 milímetros en solo 26 años. La temperatura del agua ha aumentado casi un grado y medio.

Así lo ponen de manifiesto los datos del Open Data Climático, una herramienta de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) de acceso libre a partir del mes de abril, que ha contado con información procedente de su Banco Nacional de Datos Climatológicos y, en particular, con datos procedentes de un total de 58 observatorios.

Lo que creíamos que era una sensación, a la que siempre alguien contestaba eso de no te acuerdas del año pasado, no era tal. Los datos confirman que el verano es mucho más caluroso ahora, dura cinco semanas más que a principios de los 80. Sí, entonces hasta tenías la sensación de que había invierno y verano. Ahora, vestirse por las mañanas es una odisea. Nadie sabe qué ponerse. Las temperaturas medias en toda España son más altas que hace 40 años. Hay más olas de calor, son más largas y sufrimos muchas más noches tropicales.

Según las conclusiones de este estudio preliminar, las temperaturas medias de todas las estaciones son cada vez más elevadas, aunque el ascenso se aprecia con más claridad en primavera y, sobre todo en verano, estación que se convierte en la más afectada por el cambio climático, pues se está volviendo más largo y más cálido.

En general, las temperaturas son más cálidas ahora entre abril y octubre, lo que confirma que esta estación comienza antes y termina después. "Es algo que todos notamos y los datos nos vienen a confirmar", subraya uno de los portavoces de la AEMET, Rubén del Campo.

Con respecto a las temperaturas, el estudio confirma una tendencia a temperaturas más altas en España desde 1971, tanto en valores promedios como en máximas y mínimas, lo que afecta directamente a la población en lo referente al índice de mortalidad. Este resultado concuerda con el hecho de que los años más cálidos se hayan registrado en su mayoría en el siglo XXI.

De los 58 observatorios analizados, 37 registraron al menos cinco años desde 2011 con temperaturas medias anuales situadas dentro del 20% de las más cálidas del periodo de referencia (2011-2018). Estas anomalías ponen de manifiesto que al menos cinco de los últimos ocho años en estos observatorios han sido muy cálidos, siendo el "caso más extremo" en Barcelona, donde desde 2011, la temperatura media anual se ha situado entre el 20% de las más cálidas desde este mismo año, periodo de referencia.

También, en cinco observatorios, entre ellos el de Murcia o el de Teruel, todos los años excepto uno, han exhibido un comportamiento similar, mientras que en Madrid ha sido así en cinco de los últimos ocho años.

Los expertos han destacado la amplificación de los efectos del fenómeno 'isla de calor', anomalía térmica positiva que tiene lugar en el centro de las ciudades en relación con la periferia. Según el Open Data Climático, este plus térmico nocturno que eleva las temperaturas mínimas afecta al confort de los ciudadanos por sus efectos nocivos para la salud, en particular para aquellos grupos de riesgo que viven en grandes urbes. Ambos efectos, por tanto, señalan a las grandes ciudades y a la costa mediterránea como los dos entornos más vulnerables al cambio climático.

Finalmente, se ha estudiado la ocurrencia de las olas de calor y de frío. Si bien los episodios fríos disminuyen en número de días, las olas de calor tienden a concentrarse en los últimos años, con especial incidencia en su duración. Este hecho es particularmente relevante al existir una elevada correlación entre temperaturas máximas y mortalidad, pues a partir de un determinado umbral de temperatura máxima las muertes aumentan de forma notable.

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