Este verano en el aeropuerto de Berlín se confundió un vibrador con un "artefacto explosivo”. La seguridad del aeropuerto alemán llegó a cerrar la terminal por un juguete sexual que un pasajero llevaba en su equipaje del mano.
El hombre vio que la terminal estaba siendo desalojada y se acercó a un agente de seguridad a preguntarle que pasaba. En ese momento, el policía sacó el arma y le apuntó. El pasajero contó que se lo llevaron a una zona aislada del aeropuerto y que los artificieros se hicieron cargo de su equipake. Tras un rato, el agente especialista en explosivos volvió riendo tras descubrir que se trataba de un vibrador.
Ha habido casos más sorprendentes que este. Transportation Security Administration publica en su Instagram algunos de los objetos más curiosos que han intentado colar por los controles de los aeropuertos, bien por su peligrosidad o bien porque están prohibidos.
Una mujer y su hija intentaron embarcar en un avión con un familiar muerto haciéndolo pasar por vivo. Lo llevaban en silla de ruedas de Liverpool a Berlín. Las dos mujeres fueron detenidas porque no habían notificado la muerte del hombre, que al juzgar por las imágenes podría llevar mucho tiempo muerto.
Otro viajero fue detectado en el Aeropuerto Internacional de Miami con, anguilas en su equipaje de mano. El hombre llevaba 163 peces tropicales marinos a Maracaibo. El pasajero entregó su particular material a las autoridades.