Dos trabajadores de una empresa de mantenimiento de rascacielos se vieron sorprendidos en plena faena con fuertes rachas de viento que convirtieron la cesta en la que estaban suspendidos a gran altura en un peligroso péndulo.
Fueron 45 minutos de verdadero pánico a casi 300 metros de altura. La fuerza de las rachas de viento incluso les hace chocar contra la estructura del edificio llegando a romper varias láminas de cristal.
A fuerza de equilibrio y confianza en un rescate inminente, su pesadilla termina cuando los bomberos logran ponerlos a salvo.