Fedor Konyukhov, únicamente acompañado por un cuadro de la Virgen María y un crucifijo, ha sido capaz de dar la vuelta al mundo en sólo 11 días. A su llegada a Perth (Australia), de dónde había salido, Konyukhov ha reconocido que no ha sido fácil. Para poder batir este récord apenas ha dormido y, para evitar caer exhausto, echaba pequeñas cabezadas con una cuchara en las manos para que, cuando esta cayera, le despertara. Sus comidas también eran escasas y, en muchas ocasiones, ha tenido que hacer frente a riesgos como que le cayera un rayo o la bombona explotase.
Sin embargo, este esfuerzo le ha reportado tres récords. El primero, por haber superado la marca de su antecesor de 13 días. Otro, por haber volado a la mayor altura jamás alcanzada por un globo y el último, por ser la primera persona que logra dar la vuelta al mundo en su primer intento.
Pero esta no es la primera aventura descabellada de este sacerdote de 64 años, ya que cuando era más joven realizó viajes tanto al Polo Norte como al Polo Sur y hasta en tres ocasiones ha dado la vuelta al mundo en barco, según explica el diario ‘The Guardian’.