Minuto 41 del primer partido del Grupo C entre Inglaterra y Estados Unidos. Dempsey se revuelve en la frontal del área, chuta y el balón, lentamente, se acerca al portero de la selección británica, Robert Green. Lo que parecía un disparo sin aparente dificultad para el guardameta, se convirtió en la cantada del Mundial de Sudáfrica. El balón se le escapó de las manos y el balón acabó dentro de su portería. Una jugada que le ha valido al portero del West Ham para salir en todas las portadas de la prensa británica.
News of the World señala que Robert Green, posiblemente, será relevado de la meta inglesa tras ser incapaz de atajar un disparo fácil de Dempsey en el minuto 40, que le rebotó en los guantes y se coló mansamente en su portería.
"Calamity Robert Green regaló a Estados Unidos un valioso empate", dice el Sunday Express, que consideró un "balbuceo" el arranque de la selección inglesa en Sudáfrica.
El Mail On Sunday habla de "error garrafal", que propició "un inicio calamitoso" para el equipo de Fabio Capello, que se había adelantado en el marcador en el minuto 6 por mediación de Gerrard.
El Sunday Times es algo más constructivo y señala que Inglaterra se vio privada de una victoria que mereció en el arranque de la Copa del Mundo con "un error terrible" del guardameta, que deja abiertas las posibilidades de ambos países en el grupo C.
Problemas bajo los palos
The Observer subraya que las pifias de los porteros siempre han sido una maldición para la trayectoria de la selección nacional en los Mundiales y recuerda la falta lanzada hace ocho años en Japón por el brasileño Ronaldinho en los cuartos de final del Mundial 2002, que "pasó por encima del peinado de lujo de David Seaman".
Y es que la cantada de Green despierta algunos de estos viejos fantasmas que planean sobre la selección inglesa. Desde la década de los 90 los británicos no han tenido un portero de garantías. Son ya famosas las actuaciones de 'Calamity' James o Paul Robinson, que llevaron por el camino de la amargura a los aficionados e, incluso, que provocaron que Inglaterra se quedase fuera de alguna cita importante. El caso que hasta hoy estaba más reciente en la memoria colectiva inglesa era el de la actuación de Scott Carson ante Croacia. Dos cantadas suyas dejaron a los 'pross' fuera de la última Eurocopa.
Ya el propio Capello expresó su malestar por la escasez de guardametas ingleses de garantías y la prensa británica habló, incluso, de nacionalizar al navarro Manuel Almunia. El debate pareció quedar zanjado cuando el seleccionador dio la lista y convocó a Green, Hart y James. Tras lo sucedido ante los americanos, el debate se reabre.
Para los tabloides ingleses Green se apunta otro "mérito" para figurar entre los porteros que han hecho historia con Inglaterra, ya que en octubre de 2009 se convirtió en el primer portero en la trayectoria de la selección que fue expulsado en partido oficial. Fue durante un partido de clasificación para este Mundial en Ucrania, en el que Inglaterra terminó perdiendo 1-0.
Capello y Gerrard le respaldan
Otro de los diarios de las islas, el Sunday Telegraph, destaca que Fabio Capello evitó respaldar a Green tras su grave fallo, lo que parece una indicación de que podría reemplazarlo por el veterano David James en el siguiente partido del grupo, la semana que viene contra Argelia.
El técnico de la selección inglesa afirmó que su equipo tuvo mala suerte y sólo les falló el resultado. Así aludió al error del guardameta en el minuto 41 de partido. "A veces, los porteros cometen fallos", indicó.
Por su parte, el centrocampista y autor del gol de Inglaterra ante Estados Unidos, Steven Gerrard, disculpó a Robert Green de su error y culpó al balón del Mundial de la jugada desgraciada para su compañero.
"Se ha hablado mucho sobre el balón durante esta semana y a nosotros nos ha tocado sufrir una circunstancia adversa, aunque en estos momentos, apoyamos a Robert", dijo. "Lo importante, en cualquier caso, es no perder en el primer partido, aunque lamentamos mucho un gol como este, que no nos ha permitido ganar", agregó el jugador del Liverpool.
Green dio la cara
Robert Green fue el triste protagonista del primer partido del grupo C del Mundial. El meta inglés se tragó el 1-1 y, ante los medios, no se escondió: "No tengo excusas, así es la vida. Soy lo suficientemente fuerte como para asumir las consecuencias de mi error".
El guardameta de Inglaterra afirma que quiere seguir jugando pero asume su responsabilidad. "Si pago por este error no puedo hacer otra cosa". Lo que tiene claro Green es que hay que levantar la cabeza y superar las adversidades. "Hay que seguir con la cabeza alta e intentar que no vuelva a suceder".
"Tengo 30 años, no soy un niño. Soy lo suficientemente fuerte como para asumir las consecuencias de mi error. Si fuese más joven, seguramente todo esto me afectaría más", aseguró el meta inglés.