Aplausos y afonías

La siguiente gala está cada vez más cerca y los chicos afrontan el temido pase de micros donde, aunque Chipper o Pablo arrancan el aplauso de los profesores, otros sufren de dolor de garganta como Manu o Sandra. ¿Cómo llegarán a la próxima gala?

El pase de micros comenzaba con un contratiempo, Manu, visiblemente serio anunciaba al director de la Academia, “no voy a hacer el pase de micros”. Y es que el triunfito vuelve a sufrir cierto dolor en la garganta y “sólo me mandan tomillo”.

Pero a lo que Manu tiene miedo es a que ocurra lo que ya le pasaba en otra gala en la que tuvo que cantar afónico “no voy a hacer el ridículo como ya lo hice y no voy a dar lugar a que me tengan que pinchar”. Unos comentarios que sorprendían a Ángel Llácer.

Iván

Nada de coreografías, sólo sobre una banqueta interpretaba su tema. Ángel Llácer le guiaba “sé muy consciente, no tengas ninguna prisa en decir las cosas. Lo que tienes que hacer es cargarte de emoción”.

Virginia

La actuación de la ‘Niña azul’ arrancó los halagos de los profesores que la invitaban a autoevaluarse. La triunfito aseguraba que está “chunga de la voz, no me noto fácil, ayer canté mucho pero creo que lo que más tengo que mejorar es lo corporal”.

Chipper

Y, como en la mayoría de las ocasiones, Chipper levantó a su público, en este caso, sus compañeros. Se escuchaban gritos de todo tipo “¡Viva Chipper!” o “¡Chipper for President!”.

Pablo

Se ve seguro pero él mismo sabe que “tengo que trabajar mi técnica vocal, Miguel me ha enseñado una técnica muy buena pero no lo ha hecho”. Y es que el tema de Alejandro Sanz está planteando algunos problemas a Pablo en los altos y falsetes, sin embargo, él cree “sentir mucho la canción, creo que me va a salir” por lo que pondrá más esfuerzo en mejorar su técnica corporal junto al piano.

Sandra

Una vez más, intenta darlo todo pero levantarse a las 6 de la madrugada y sumergirse en el agua helada a las 8 está pasando factura a la triunfita quien se nota afónica y con calambres en las piernas.

Mimi

Una canción muy salsera en la que tiene que moverse sin descuidar la afinación. Ángel la abrazaba tras el pase ya que el director depositaba poca confianza “muy bien hoy, ayer no daba un duro yo”.

Finalmente, el pase de micros acababa con un consejo de Llácer, dormid mucho y, sobre todo, que eviten la mala leche.