"Ella es la que no se esfuerza" , es el principal problema que tiene Iván con Esther esta semana. Pese a que no acogió bien ni al tema ni a la compañera, Iván ha estado esforzándose en su canción. "No me gusta que la peña no se esfuerce, pero me tengo que callar porque sino soy el malo", le comenta a Ángel en busca de ayuda.
Ángel , igualmente molesto por la actitud de Esther, no tarda en tomar medidas, dirigiéndose rápidamente con la pareja hacia la clase de canto, donde en ese momento ensayan Virginia y Reke. "No estás intentando mejorar", así de drástico se mostró el profesor con la alumna más polémica de la Academia, que, a pesar de no ser completamente consciente de sus fallos, no deja de llorar. "Si yo no quisiera aprender no estaría aquí" contesta Esther ante las dudas del director de la Academia. Sin embargo, no deja de buscar excusas a sus deficiencias "Iván canta muy alto y yo no me escucho", le comenta a algunos de sus compañeros. "Te ríes en nuestra cara", sentencia Ángel, molesto con la actitud de Esther. Y, dándole una serie de directrices para trabajar su canción, abandona el box seguido de Iván: "Ensaya tú sola con la grabadora de Iván. No vamos a cansar a uno por ti".
Pese a la intervención de Ángel Llácer, Iván, que aún no se ha desahogado a gusto, requiere el juicio de sus compañeros durante la comida: "llora porque lo pasa mal, pero a la hora ya se le ha pasado", "Se pasa dos horas arreglándose y todavía no le salen las voces". Y sus comentarios se agravan cuando al preguntar por Esther se entera de que ésta ha pedido cita para hacerse la manicura.
Esther, que a pesar de justificarse ante Iván y el resto de sus compañeros, se siente incapaz de participar en el pase de micros y se plantea nuevamente su salida de la Academia. Cuando recapacita sobre su paso por el concurso afirma "Yo no entré aquí para sufrir. No he tenido nada bueno" y completamente desanimada no puede evitar que se le escape un agónico "No quiero estar aquí".