'OT' desde dentro: Torna el espectacle

GUILLERMO DE LA VEGA 21/05/2008 17:52

El equipo de telecinco.es está compuesto en esta aventura por tres personas. El Pasillero, Diego y Willy. El objetivo: sobrevivir a toda una gala de 'OT'. El Pasillero va con un cuaderno y una cámara de fotos, despistado pero curioseando, porque es de olfato fino. En cuanto a Diego y Willy, bueno, una Mini Dv y otra cámara de fotos.

El plató está situado en un polígono industrial del extrarradio de Barcelona, en Sant Just Desvern. Como todos los polígonos es desangelado y feo. Además de la Academia y el plató de la Gala, hay otros por la zona como el de 'Channel nº 4', el antiguo plató de 'Crónicas' y el de 'Alta Tensión'. Todo esto según el taxista, claro, porque sólo se veían moles de hormigón.

Una vez llegas al destino ves vallas de seguridad tipo antidisturbios. Una veintena de fans esperan el autobús que trae a los concursantes desde la Academia. Cuando aparecen se hace la locura. Dos minutos de gritos y besos que se desvanecen en cuanto los triunfitos desaparecen entre ‘gorilas’ de seguridad.

Con el pescado vendido fuera, dentro se cuece y se enriquece. La prensa va escoltada hasta la jaula en la que se sitúan los fotógrafos. Sólo se acreditan fotógrafos. Llevan unos teleobjetivos que parecen de cómic. Vienen de agencias de noticias.

Cuenta atrás

Concebido como un espacio de música en directo, el plató se convierte en una auténtica olla a presión cuando entran los protagonistas en escena, unos diez minutos antes de la luz roja. El regidor, al que todos hacen caso aparente, pierde voz y voto. "¡Quedan 2’ 02"!"

Al público se le exige previamente que lo dé todo para que haya ambiente. Y vaya si lo hay. En el foso no cabe un alfiler. “Sólo se ha producido un desmayo”, comentan los servicios médicos. Fuera hay dos furgonetas de protección civil y dentro hay un equipo de la Cruz Roja por si las moscas. "¡1’ 01"!"

El plató es más pequeño de lo que parece en la tele. Se respira la tensión de los grandes momentos televisivos. El público se impacienta y flipa con Jesús Vázquez y Risto, que ya están en su hábitat natural. "¡Cinco, cuatro, tres, dos, uno…!"

La gente se descoyunta viendo a Risto, el nuevo rey, a sólo unos metros. Pero la explosión definitiva se produce cuando aparecen los concursantes cantando con Sergio Dalma. En este punto se cae el plató y las luces empiezan a trabajar de verdad.

Una cosa tienen en común Jesús Vázquez y Risto. Ambos se escaquean con sus novi@s durante la publi. A los concursantes también los secuestran y se los llevan al Backstage.1

El problema surge cuando mil y pico personas se ponen de acuerdo para ir al baño. Se colapsa el foso y la organización acaba implorando: "Aguantad por favor. No podemos ir 1.600 personas a hacer pis a la vez". Sólo unos pocos afortunados lo consiguieron.

El público, que no es pagado, cuando acaba la gala va saliendo del recinto. "El plató me ha decepcionado. Creí que sería más grande", comenta Nacho, un chico de Castellón. Eso sí, les regalan una gorra que la mayoría se pone rollo rapero, y un helado. Así salen todos. Para la mayoría merece la pena la experiencia, los nerivios, el sudor, la ansiedad. Y todos tienen sus favoritos, sus tensiones con el Jurado, sus canciones del alma... en definitiva: OT en estado puro.