Virginia, un triunfo sin apenas celebración

EL METRÓNOMO 23/07/2008 10:32

Una gala muy completa

La gala final tuvo de todo, al menos todo lo que cabía esperar. No faltó de nada, hubo lágrimas (especialmente tras conocer que a Chipper le correspondía el tercer puesto), música, cansinas valoraciones del jurado, 'Ristadas', Mónica Naranjo, la sempiterna bailarina del pelo morado y un ganador, en este caso ganadora. Entre el público todos los profesores sin excepción, incluso la que enseñaba gramática a Chipper, que apenas salía en plano nunca. Esto prometía ser una gran fiesta, pero quedó en una gala deslucida, en la que nos metieron de rondón dos actuaciones enlatadas (de galas anteriores con algún efecto para poder llamarlas 'videoclips'), además de una falta de ritmo mucho más protagonista que todo lo demás (incluso la chica del pelo morado, o el bailarín que saludó a cámara, o hasta ese otro que se apoyó en un foco y casi se lo carga). O sea, que fue una gala completa(mente aburrida).

La 'Ristada' del día fue en realidad una 'espantá' . Risto Mejide se marchó sin despedirse antes de finalizar la gala, por tanto no vio en directo como se proclamaba a Virginia (su defendida) como vencedora. Quizá le molestó que en el momento álgido de su ridículo discurso le interrumpiera Jesús Vázquez para ir a publicidad, prometiéndole que podría terminar después, lo cual no se produjo nunca. Risto le estaba hablando a Virginia, y decía esto: "Quiero que sepas que has transformado el karaoke más caro del mundo en una de las mejores experiencias de mi vida". El regocijo generalizado estaba servido, por no decir el cachondeo. Parte de los que han sido concursantes se partían de la risa con una declaración como esa, que tan poco se corresponde con el personaje de quien venía. El público pedía un beso, como en las bodas, y alguien tuvo el buen juicio de interrumpir el bochornoso momento. Esto no podía acabar de otra forma que como el rosario de la aurora.

Luego Risto se marchó del plató, según Noemí Galera y Jesús Vázquez tirando el micrófono de malas maneras. Tras su huída le dedicaron sendas lindezas, la primera el propio Vázquez que le despidió con un explícito "que te den, Risto", añadiendo que estaba harto ya de tanta tontería. La segunda fue en realidad una dulce venganza, ya que Sandra no pudo evitar pedir la palabra para recordar como este miembro del jurado había dudado de la educación que esta concursante había recibido, invitando a la audiencia que analizasen quien era ahí el maleducado. Si un concursante llega abandonar el plató (como amenazó en su día Virginia) le hubieran puesto a caer de un burro.

La pasada edición, Risto le dijo a Leo que cuando todo terminase los dos volverían a aquellos lugares donde nunca debieron salir. Él mismo volvería a su trabajo de publicista y el concursante a su orquesta. Pues bien, no se cumplió la doble predicción, al menos por su parte. No sé si Risto ha ejercido como publicista en estos meses, pero sí sabemos que ha colaborado en programas de radio y televisión, ha firmado una columna en un diario gratuito y también se ha convertido en firma de 'best sellers'. Ignoro lo que pueda pasar ahora, pero Risto Mejide es un personaje agotado por la propia maquinaria de Operación Triunfo. Ayer sugirió que quizá fuera la última vez que hablaba en el programa, y ni siquiera le dejaron terminar su discurso. No creo que vuelva, este invento ha funcionado sin él cuatro ediciones, demostrando que aquí solo los concursantes son imprescindibles. Sin Risto este programa sería perfectamente posible, aunque de no haber sido por su protagonismo en Operación Triunfo este tipo jamás hubiera vendido un maldito libro. Como broma ya ha durado demasiado.

Los protagonistas

Vamos con lo que importa de verdad, que son los concursantes debatiéndose anoche por lograr el oro, la plata y el bronce de este programa. La distancia emocional provocada por la suspensión del programa diario y el canal de emisión en directo, provocó que la gala de anoche pareciese una rémora del pasado. Una semana de sequía triunfita es mucho, y aún más si ha sido precedida por una sobredosis diaria durante más de tres meses. Ha sido un enorme error desconectar la maquinaria, como se desconecta el respirador a un enfermo terminal, esperando su deceso. Esta gala nació un poco muerta, y todo estábamos un poco deseosos de que fuera como un buen parto, una horita feliz aunque dolorosa. Resultó más dolorosa para Chipper, Pablo y buena parte de sus compañeros, aquellos que jalearon sus actuaciones, pateando y subiéndose encima del sofá para recibirles tras las mismas. Pero la gloria final no estaba reservada para ellos, o quizá sí.

El tema que cantaron Pablo y Manu era premonitorio: 'Bad day'. Aunque no fuera tan malo finalmente. En las actuaciones individuales destacó un Pablo inmenso, cantando ese 'Volver' de fusiones gitanas y porteñas, posiblemente uno de los momentos más mágicos vividos encima de ese escenario. Los dos temas que debieron defender Chipper y Virginia eran dudosamente apropiados para una final, e hicieron que estos quedasen por debajo de su compañero, sin el brillo y relumbrón que merecían. Hasta Risto valoró con dureza a Virginia, quien sabe si porque realmente le pareció una floja actuación o como acicate para los votantes rezagados. Eso sí, aprovechó la ocasión para darnos la razón a cuantos hemos insistido en que siempre pretendió "inducir a la opinión" (sic), con mayor o menor éxito. Ayer, al menos, el resultado coincidió con sus pretensiones.

En los dúos vimos a una Sandra de buen humor y un poco despistada, una Mimi de sonrisa 'profidén' y beso forzado a Virginia, y un Manu con chaqueta de colegio pijo al que parecía faltarle algo de fuerza. A pesar de esto, Manu se llevó el premio de la cadena de radio dirigida por Javier Llano (al que todos llaman LLanos), que consiste en una gira de dieciseis conciertos en teatros durante los meses de octubre y noviembre. Esto hace que de los tres finalistas que no se disputaban anoche el triunfo, solamente Mimi se ha ido sin premio, ya que Sandra trabajará en el musical de Lloyd Webber. Por cierto, que anoche se celebraba la onomástica de María Magdalena. Otro premio que anunciaron anoche fue que los últimos ocho concursantes tendrán una serie de 'master class' a cargo de Miguel Manzo, lo cual supone un premio también para este profesor, que tanto ayudó a que anoche los seis finalistas sonaran casi tan bien como Mónica Naranjo, a cuya voz no se le pueden poner más efectos, o al menos aún no han sido inventados por los ingenieros de sonido.

Quién puede ver peligrar su sueño de tener una carrera musical es Chipper. Los/las 'chipirones' (sus 'fans' en la red) debieron quedar anoche desolados al comprobar que el segundo puesto estaba reservado para el malagueño Pablo y que la ciudad imaginaria creada en honor del americano no había podido con el poder andaluz y 'carpetero'. No obstante, en anteriores ediciones han grabado disco al menos los tres finalistas, por no hablar de la primera en que casi graba hasta Pilar Tabares. Esto hace albergar la esperanza de poder seguir viendo la elegancia de Chipper como cantante. Asistiendo a la gala de anoche desde el sofá de mi salón (y el anonadante 'chat' posterior) pensaba en que desearía ver cantando y bailando a la diosa Coco Comín, tal como una Cid Charisse, o una Ginger Rogers, de belleza otoñal. Lástima que anoche no acompañara su elogio a la música negra con ese movimiento de coleta que la hace rejuvenecer tanto. Cando habla Coco, como decía el poeta Salinas, lo que es me distrae de lo que dice.

El amargo triunfo

Si por algo hay de destacar el triunfo de Virginia anoche es por la amargura que transmitía ver como la mayoría de sus compañeros ni siquiera se acercaban a ella para felicitarla. Salvo alguno de los que tuvieron un paso más fugaz (como Ros o Paula), o las Tanias (en las que siempre tuvo apoyo) no fue apenas felicitada. Parece que también lo hizo Manu, pero debió ser tan en segundo plano que ni lo vi, o quizá fuera el cansancio provocado por tantos minutos de promociones publicitarias. Hasta en el 'chat' parecía tener más protagonismo Iván, hasta el punto de que ni le hicieron un 'Da la cara' a la ganadora, aunque ciertamente la recibieran haciéndole un pasillo de honor.

Aunque si hablamos de disgustos, como el que parecía se llevaban la mayoría de concursantes, no por esperado menos doloso, podríamos hablar también del propio Jesús Vázquez, al que le delataba el tono en el momento de leer el sobre dorado con el nombre del ganador. Es algo que cabía esperarse después de que contase esta semana en la edición digital de la famosa revista TP su opinión sobre la concursante, que la propia publicación transcribe así: "Sólo me gusta cuando canta. Su voz es muy personal y por eso estoy seguro de que conseguirá enamorar a cualquiera que la escuche. Pero no me convence del todo porque se pasa el día maquinando historias. Por eso puntualizo lo de su voz." ¿Maquinando historias? Vaya, vaya.

Fue duro el momento, ver como casi nadie se acercaba a Virginia para celebrar con ella el triunfo. Está claro que el buen ambiente vivido en las últimas semanas era tan solo obligado por las circunstancias, la propia necesidad de supervivencia. No parecen reconciliables, a pesar de que deban hacer una decena de conciertos más por toda España. No me gustaría estar en esos camerinos, y menos en el de una Virginia que solamente parece relacionarse con Tania S. Al menos no está sola del todo. Anoche hasta su mentor abandonó el plató, lo cual provocó que ella le reclamase hasta la nausea, llegando a enfrentarse a Àngel Llàcer cuando este cometió el mismo error de Mejide al llamar payaso a este en medio del 'chat', en el momento que presentaba a los otros tres miembros del jurado, que estaban presentes en esos minutos finales de esta edición.

Guste o no guste, Virginia ha sido una de las mayores protagonistas de esta edición. Sin duda la que más apoyos (los votos lo demuestran) ha tenido y más odios ha despertado. Aparte de odios hubo simplemente una opinión contraria por parte de una parte importante de espectadores, que no vieron en ella la profesionalidad y la solvencia que se requiere a los concursantes una vez pasadas las primeras galas. A pesar de ello, Virginia ha demostrado una evolución clara, que la hace ahora mismo merecedora del crédito que le da el sello discográfico patrocinador del programa, que puso en sus manos un adelanto de 50.000 euros, solo una parte de los 250.000 que se comprometieron en invertir en el lanzamiento de la carrera discográfica que ahora comienza para la ganadora.

Desde aquí vaya mi felicitación personal a Virginia, una cantante que enamoró a la mitad de la audiencia votante (ganó con un 55% de los votos) y aún a muchos de los que no estábamos en ese grupo nos pareció una concursante muy rentable, todo un filón para un humilde cronista, como servidor. Por mi parte, agradecer de nuevo el apoyo que nos habéis prestado, y que pronto podremos saber hasta que punto ha sido extraordinario. Hubiera valido la pena en todo caso, pero mucho mejor así. Nos vemos, ya lo creo que lo haremos.