De la mano de José María Cámara, presidnete de DRIVE, productora de musicales, y Miquel Fernández, director crativo de la misma, los 'triunfitos' se enteraban que tendrán la oportunidad de demostrar sus encantos para ser parte del famoso musical 'Hoy no me puedo levantar'.
José María Cámara era el encargado de darles la noticia: "Estamos haciendo el casting para la versión, en Barcelona, de 'Hoy no me puedo levantar' y me gustaría ofreceros un premio muy especial: elegir a una mujer y a un hombre para incorporarse al elenco de Barcelona".
La cara de los 'triunfitos' era todo un poema y todos mostraban la sensación de no dar crédito a lo que estaban escuchando, pero la realidad es que dos de ellos formarán dentro de poco parte del grupo que lleva este espectáculo musical por los escenarios de numerosos teatros. "Suerte y mucha mierda, como se dice en teatro", así se despedían Miquel y José María de los alumnos.
Poco tiempo después, Silvia yÁngel volvían a protagonizar, con motivo de esta noticia, una de esas escenas de amor y odio que sólo ellos saben interpretar a la perfección. "Tú no te calientes que tú eres la que va a ir al musical. Lo tengo claro", le decía Ángel a Silvia.
Pero a ella no parecía gustarle demasiado la confianza sea una de las elegidas para el musical: "Yo no lo tengo tan claro porque yo no pinto en ningún papel. ¿Tú ves a alguan chica de las que han salido que se parezcan a mi?, le preguntaba ella con cara de seriedad.
Sin embargo, su compañero le quitaba importancia a ese rezonamiento y volvían a sus normales peleas de 'niños pequeños', hasta que ella, como una mujer con carácter, le ha reprochado que le agobia y se ha marchado. Él, siempre fiel, salía tras ella. Y la cosa no se quedaba ahí, porque Ángel volvía a demostrar a Silvia su interés por ella en los ensayos de ella y Jon. Con un la rogaba que no se enfardar. Al principio, Silvia se resistía, pero finalmente le premió con una pícara sonrisa. beso en la mejilla y un abrazo
Pero las turbulencias no acaban ahí, y poco después Silvia se vuelve a enfadar hasta el punto de marcharse del ensayo tirando su micro al suelo. De nuevo, Ángel le ruega, yendo tras sus pasos, que no se enfande.