Todos los triunfitos han pasado por ello; los continuos discursos de Mimi a cámara, la incertidumbre sobre si saldrá Esther o no en Interviú y, ahora, también Iván. El joven no quiere irse, sin embargo la expulsión le acecha y esto ha hecho que cambie radicalmente de actitud. Las amargas lágrimas que se le escaparon al conocer su nominación han dejado paso a una pícara sonrisa y no puede dejar de preguntarse cómo será su futuro y cómo será recibido por público y contertulios. Especialmente
Y es que el concursante espera con ansiedad su paso por el programa de Ana Rosa. Los temores de sobre su posible expulsión se ven incrementados cuando se plantea cómo le recibirán en el programa. El triunfito se ha mostrado especialmente preocupado por cómo caerá a Belén y caerle bien es una de sus metas.
Iván no es el único preocupado por el resultado de la próxima gala, aunque otros prefieren centrarse más en las actuaciones que en lo que harán después. Anabel, por ejemplo, comienza a dudar sobre el tema que ha elegido. Y estar a la altura de Rocío Jurado es un reto que no sabe si podrá afrontar. , sin embargo, no tiene este problema y se muestra encantada con su tema Muñeca de trapo, que, si bien no hubiera elegido, considera que le pega bastante ya que ella misma se ve como una muñequita. La escenografía de la canción es un aspecto en el que le gustaría participar y ya se ve colgada de hilos cual . le preocupa cómo será su encuentro con Belén Esteban.