Sol Macaluso se emociona al recordar a las dos personas que le marcaron en Ucrania: "No los puedo nombrar sin llorar"

Tras su excelente y duro trabajo en Ucrania, todos recordamos a la perfección las conexiones de Sol Macaluso, la argentina que ahora cautiva en nuestras pantallas. Icónico fue aquel momento en el que un estruendo la hizo temblar de susto y ese miedo casi traspasó la pantalla: todos pudimos sentirlo.

Sin embargo, y pese a los horrores que le tocaba vivir de cerca, no claudicó. Su testimonio de esos días es tan valioso como la cobertura que realizó para nuestra televisión día a día a lo largo de dos meses.

Volvió en marzo y muchas cosas pasaron desde que abandonó la zona de conflicto. La periodista sigue trabajando en la televisión, desde Madrid, y la hemos visto en diferentes formatos de Telecinco. Primero, en ‘Ya son las ocho’ y ahora en ‘Ya es verano’.

Lo estoy disfrutando mucho, me gusta también demostrar que puedo hacer cualquier tipo de periodismo y que, si mañana tengo que volver a cubrir una guerra, lo puedo hacer”, nos ha confesado Sol.

Su estancia en Ucrania le abrió una puerta inmensa en el mundo de la comunicación en nuestro país, pero también le dejó mucho dolor. Además, mantiene muchos lazos en aquel país que aún siguen muy vivos: la historia de cómo ayudó a su fixer a sacar a su hija de Ucrania y llevarla a España fue otra de las más comentadas de la guerra. Stefan y Max, sus compañeros de trabajo se hicieron famosos junto con ella, apareciendo en cada uno de los vídeos de su blog personal en Telecinco.es.

Sin dudas, el afecto que la une a ellos hace que quiera regresar cuanto antes: “Mis amigos me necesitan”, ha dicho y se ha emocionado hasta las lágrimas al mencionar sus nombres. "Hablo todas las semanas y todas las semanas lloro", ha apuntado. Además, ha contado cómo pidió a sus productores que la envíen de vuelta a la zona de conflicto.

Eso sí, la argentina ha hecho balance sobre esta experiencia tan dura, la cual ha valorado como positiva y enriquecedora, además de destacar el trabajo que el resto de sus compañeros continúan haciendo hoy en día en el país ucraniano.

Sol nos cuenta cómo ha gestionado las críticas