Nadie se esperaba un comienzo tan espectacular. David Goffin jugaba frente a su ídolo, pero eso no significaba que se lo iba a poner fácil. El belga, de 21 años, manifestó una gran soltura con la raqueta, que se tradujo en buenos puntos desde el fondo de la pista, donde prácticamente no se le escapaba ninguna.
Roger Federer intentó subir más a la red, pero sus intenciones fueron en vano, ya que Goffin lo contrarrestaba con golpes paralelos a los que no podía llegar el suizo. Finalmente Goffin se adjudicó el primer set por 5-7, tras conseguir romperle el servicio al suizo en el duodécimo juego.
La segunda manga se desarrolló de forma muy similar a la primera. La igualdad entre ambos tenistas dominó el ritmo del juego. Sin embargo, el suizo aprendió de sus fallos en el primer set y concedió menos errores.
El descaró del belga hacía pensar en que se podía poner dos sets a cero arriba, pero Federer le hizo bajar a la tierra de París rompiendo por primera vez su servicio tras haberse disputado 23 juegos. El suizo remató el set con su servicio, y empato el partido con otro 7-5.
Ya en el tercer set, Coffin acusó el esfuerzo de las dos primeras mangas y bajó el ritmo, cometiendo varias dobles faltas en su saque. Estos fallos los aprovechó Federer para romperle el servicio hasta en dos ocasiones. El suizo se vio más cómodo en la pista y e juego le favoreció par poner tierra de por medio en un set que finalmente ganó por 6-2.
Goffin no dio el partido por perdido en ningún momento e intentó, por todos los medios, empatar a dos sets. El belga protagonizó puntos increíbles, reconocidos y aplaudidos por el público, al que le tenista les dedicó una reverencia. Por momentos, parecía que Federer iba a ceder el set, pero el suizo echó el resto y consiguió adjudicárselo por 6-4.
Con esta victoria, Roger Federer accede a los cuartos de final de Roland Garros, donde ya espera a su rival, que saldrá del ganador del partido que enfrenta al argentino Juan Martín Del Potro y al checo Tomas Berdych.