Kiko Hernández aseguraba haber firmado una tregua con Rosa Benito, con quien ha mantenido enfrentamientos a lo largo de los casi tres años que Sálvame lleva en emisión. Sin embargo, la guerra ha vuelto.
Un comentario de Rosa Benito tras un enfrentamiento de Kiko Hernández con Chelo Gª Cortés acababa con la paciencia del colaborador que regresaba al plató 24 horas después calificando a su compañera como la persona “más mala” que ha conocido, adjudicándole adjetivos como “rastrera” y concluyendo su alegato diciendo: “¡Váyase usted a paseo, por no decir a la mierda!”.
Finalmente, han vuelto a verse las caras aunque no se han saludado. En el primer minuto del programa, Jorge Javier Vázquez unía a ambos colaboradores en el mismo plano: “Estoy segura de que no se hablaba de mí porque no me siento tal y como dijo Kiko”, decía Rosa, “lo he dejado muy claro estos días no voy a volver a hablar de mi compañera, ni para bien ni para mal”.
“Lo vi, me descolocó, no entendí nada de la postura de Kiko diciendo esas barbaridades”, continuaba explicando Rosa Benito. A su juicio, “creo que habrá conocido gente mucho peor que yo”, y se quitaba los calificativos con los que él pretendía definirla: “Para nada soy rastrera, nunca me he arrastrado” y los sustituía por otros: “Creo que soy muy buena gente, compañera de mis compañeros, creo que lo he demostrado”.
También explicaba por qué se enfrentó a Hernández: “se tiene que acordar que estuvo dando una noticia sobre unas fotos de mi hija, que si no vende ni pipas, una barbaridad… Cuando a mí Gustavo me ha dicho que era distinto lo que le había contado o se lo había dicho de otra forma”. ¿Se sintió herida? Solo en cierta forma: “me hizo daño porque no se puede hablar así de una persona simplemente para atacarme” y justificaba su comportamiento: “lo único que hago es defenderme, si mi hija hubiera querido una exclusiva lo hubiera hecho”. Además, pedía que cumpliera su palabra y no volviera a hablar de su hija: “que deje a mi hija tranquila, a ver si es verdad que deja de hablar de ella”.
Pero Kiko Hernández se ratificaba en cada una de sus palabras: "me mantengo", aunque reconocía "quizá me excedí en los términos y calificativos pero era también para exigirme a mí mismo que se acabó ya el tema". El colaborador explicaba que entre ellos han surgido muchos conflictos pero hasta ahora no habían pasado de plató "pero hubo algo que me dolió, Chelo me insultó gravemente, cosa que ella ha reconocido y me ha pedido disculpas, durante todo el programa se tira provocándome, se pone a escribir notitas en un papel que luego se dedicaba a tachar, riéndose de mí, a Chelo Gª Cortés", narraba.
La aludida lo negaba todo: "estaba escribiendo notas pero te juro que no estaba hablando de Kiko". Hernández continuaba: "me he mosqueado por muchas cosas, cosas que se pueden contar y otras que han pasado fuera de plató que no forman parte del tema televisivo" y, por ello, ha tomado una decisión: "se acabó ya, creo que la vida sigue, creo que hay más temas, no hace falta estar hablando de esta señora y cuando haya un tema me callo para no meter la pata, es un descanso para ustedes".
Pero Kiko iba más allá: "nadie, jamás, me ha decepcionado tanto como ella, si me la juego no puedo esperar que luego me la claves" y terminaba diciendo que para él "ya se ha olvidado, no existe Rosa, ni Chayo ni Amador, felicidades a los tres, os ha tocado el gordo".