Unas imágenes de Chelo Gª Cortés con Chabelita y un amigo podrían haber provocado el enfado de Pantoja

telecinco.es 11/07/2012 20:08

Al parecer, la conexión en directo que realizó tras la primera sesión del juicio en el que está imputada Isabel Pantoja fue el único motivo de su enfado con Chelo Gª Cortés. La reacción de Raquel Bollo, amiga de la cantante y también colaboradora de ‘Sálvame’, daba pistas de que había algo más.

Kiko Matamoros apuntaba después que Isabel se sentía "traicionada" porque, a sus espaldas, había hecho "de celestina" con una persona a quien Isabel quiere mucho "siendo el señor para que el que Chelo hace de intermediaria una persona bastante más mayor que a la que Isabel Pantoja profesa tanta devoción y por la que Isabel daría la vida”.

Finalmente, el programa ha emitido unas imágenes en las que se ve a una terraza a Chelo Gª Cortés hija de Isabel Pantoja y un amigo. Tras verlas, la colaboradora se defendía, explicaba que estas imágenes se tomaron “en una terraza pública” y añadía que no sabía que estaba siendo grabada: “¿Esto es una traición? (…) Si quisiera ocultar algo no estaría en la calle, esas dos personas, que una es menor, están hablando”, explicaba la periodista.

Chelo no quería entrar en detalles: “A la única que le tengo que dar explicaciones es a la madre de esta menor porque no era consciente de que yo ese día había cometido por supuesto un error”. La periodista admitía: “la culpable soy yo, que soy la mayor de edad, pero quería conocer a esa persona y la única forma era hacer lo que hice”, explicaba e intentaba zanjar el asunto asegurando que no iba a dar más explicaciones. “He metido la pata porque algo que para mí era normal entre comillas, se está montando en este plató que yo soy una palabra que no me gusta nada”, continuaba explicando.

Entonces, tomaba la palabra Kiko Matamoros asegurando que su compañera “miente de la a la z”. ¿Por qué el enfado de Isabel?, se preguntaba Kiko Matamoros, “te abrogas unas responsabilidades que no te corresponden, le ocultas información, sabes por qué la ocultas”; “¿Qué estás insinuando?”, quería saber ella; “estoy insinuando que has traicionado a tu amiga”; “A la única que le tengo que dar explicaciones es a ella, no a ti”, replicaba ella.

Raquel Bollo tampoco podía evitar el enfado: “Estoy viendo como está criada, como la tiene y estoy viéndola que estáis tomando algo en un bar para mí eso es motivo para pensar que estás ocultando algo”, decía la colaboradora. “Gracias”, replicaba Chelo.

Kiko Hernández empezaba entonces a enfrentarse con Chelo: “Eres lo peor según estamos viendo, Raquel está siendo muy generosa contigo, Isabel ha sido muy generosa contigo”; “¡Qué bien os está yendo el tema!”, replicaba la aludida. Pero Lydia Lozano tenía una duda: ¿Era Isabel consciente de dónde estaba su hija?”; “sí, se lo oculté”, respondía ella; “eso no es una traición, le oculto algo porque de alguna manera te haces cómplice de una niña, eso no es traición”.

Mientras, Raquel Bollo apenas podía evitar las lágrimas y se iba a un lado con Jorge Javier Vázquez. Decía sentir “rabia”, porque Isabel “no está pasando por buenos momentos”. Según la colaboradora, hay cosas “que no me entran en mi cabeza”, “y no te entra en tu cabeza lo del encuentro en la terraza”, completaba Jorge Javier Vázquez; “no, no me entra”.

“¿Chelo puede haber obrado por ignorancia?”, quería saber el presentador, “No lo sé, no me entra en mi cabeza. A mí no me gustaría estar en el pellejo de Chelo ahora mismo", respondía ella. Entonces alzaba la voz Chelo: “¿Tú te crees que el encuentro ese lo he hecho con maldad?”; “Quiero pensar que no es maldad pero con tu edad y con la mía, no Chelo".

Las colaboradoras seguían cruzándose acusaciones: “¿Por qué dejas que se líe la madeja?”, le acusaba Raquel; “¿Yo la estoy liando?”, se preguntaba Chelo; “Sí tú, porque te tienes que defender”, replicaba de nuevo Raquel, “¡Qué bien lo estás haciendo Raquel, no eres quién para juzgarme, a mí, la que me tiene que juzgar es ella”, concluía Chelo.

Jorge Javier quería arrojar luz sobre la polémica y preguntaba a Raquel: “¿Si tú fueras madre te gustaría que tu hija fuera amiga de este chico?”; “pues no”, zanjaba Raquel.