Nilo Manrique: “Me da igual que Isabel Gemio me denuncie, no tengo miedo”

telecinco.es 28/06/2012 20:16

Nilo Manrique, ex marido de Isabel Gemio, llegaba a Sálvame diciendo: "No puedo tener a mis hijos porque mi casa no reúne las condiciones, pero estoy seguro que mi hijo, cuando tenga 18 años, vendrá conmigo". Además, aseguraba que el trato de la periodista hacia su madre no fue el mejor en incluso decía: “"Desde que dejé de tocarla me ha cerrado todas las puertas, o está conmigo o en contra de mí".

Isabel Gemio respondía a las cámaras de ‘Sálvame’, arremetía contra el programa y decía que si se realizaban ese tipo de declaraciones era, en parte, porque alguien ofrecía una suma de dinero. En cuanto a Nilo, Isabel aseguró que no iba a hablar mal del padre de sus hijos solo se va a “defender”. Por otro lado, cuando le interrogaban si tomaría medidas legales, respondía: "cuando sepa todo tomaré, lógicamente, mis decisiones".

Nilo regresaba a ‘Sálvame’ y espetaba que no teme nada: “Me da igual que me denuncie”, decía. Explicaba que antes podía tener temor “a que me quite a mis hijos” y se preguntaba “¿Pero ya qué voy a perder?”.

Terelu Campos se enfrentaba con Nilo Manrique negando que Isabel le negara el derecho a ver a sus hijos: “Me los da a su conveniencia”, respondía él. “Si se han vulnerado mis derechos yo estoy en juzgado”, decía más tarde la colaboradora.

Nilo Manrique explicaba que él ha sido “una persona luchadora, trabajadora" pero "me casé de que me utilizara (…) Quiero que tenga novio porque cuando tiene novio y está ocupada me manda a los niños”.

Terelu le preguntaba entonces a Manrique: “¿Tus hijos pueden estar en el piso en el que tú vives? ¿Tú no le pides a Isabel...? Es él el que le dice a Isabel que le alquile un piso más grande”, y Nilo no lo negaba: “Que aporte un poco de dinero para poder tenerlos”. “Cuando Isabel se fue para Nueva York le dije mi casa no reúne las condiciones, mi hijo durmió uno en su sofá y otro en un cama”, narraba Nilo. En otra ocasión, explicaba que se pudo alquilar una casa y “la pagamos los dos”, eso sí, quería aclarar que no es para él “yo no quiero una casa para disfrutar yo”, concluía.