"He firmado los papeles del divorcio", anunciaba Belén Esteban. La colaboradora demostraba así que los papeles de la separación habían llegado al juzgado, hasta donde se han desplazado este 17 de enero de 2013. Se pone fin así a un matrimonio que empezó el 27 de junio de 2008, casi cuatro años durante los que las separaciones han sido continuas.
Belén Esteban se siente separada "desde el día que fue va de casa", pero ahora ha firmado y se siente bien: "estoy feliz porque aquí estaba muy claro, o caía yo del todo o me iba para arriba". La colaboradora de 'Sálvame' no se siente liberada pero sí "desahogada", cree que ya "no queda nada".
Ambos han acudido al juzgado, por separado y no han hecho declaraciones: "le he visto de lejos, ni él a mí ni yo a él", es más, explicaba que ha sido su abogado quien le ha buscado, "si no firma él le tendría que haber demandado". Belén quería "que este día llegara" y lo tenía muy claro: "He echado la firma más grande que he echado en toda mi vida".
"Esto tenía que acabar así porque si no iba a acabar peor", pensaba Belén. Comentaba que cuando se puso en tratamiento "tenía que haber hecho caso a mi psiquiatra en la primera consulta" y recordaba cómo estaba durante sus anteriores separaciones: "casada me he separado muchas veces, mis compañeros me han visto cómo venía arrastrándome", pero ahora es diferente, Belén se siente "contenta, ilusionada, con mis amigos, con mis amigas… Quiero que a él le pase lo mismo, pero no quiero tener relación con él".
"Una cosa es que te pongan los cuernos pero ya que te vendan duele mucho", espetaba Belén. A partir de ahora, todo lo que tengo que dar "me lo quiero quedar para mí", decía y es que ya no piensa en Fran: "Dios me ha ayudado en dos aspectos uno en el de mi psiquiatra y otro Fran, no sé qué ha pasado pero mi vida ha cambiado".
"¿Lo tendrías que haber dejado antes?", le preguntaban y ella no dudaba en responder que sí: "Por supuesto, me hubiera ahorrado muchos disgustos". De hecho, hace un balance un tanto negativo de estos años: "El balance que hago de mi matrimonio solo tiene una palabra, mentira. Él era una mentira constante".
Belén se ha hecho cargo de los gastos del divorcio: "yo he pagado todo, como siempre", sin embargo, niega que Fran le haya pedido una cantidad compensatoria.